domingo, 14 de marzo de 2010
Todo seguirá igual
En resumen, esta famosa cumbre será recordada por ser tan útil como las que hacía la SdN pidiéndole a Hitler que dejara a los Checos en paz, con la leve diferencia de que los nazis fueron vencidos en 1945, mientras que la emisión de gases contaminantes a la atmósfera no parece tener fecha de caducidad.
UTILIDAD DE LA CUMBRE DE COPENHAGUE
La cumbre de Copenhague ha sido, a groso modo, una reunión mundial dónde se ha discutido sobre el cambio climático que la Tierra sufre. El problema de esta cumbre es que no pretendía ser una discusión sobre el cambio climático, que los científicos, y casi todo el mundo, ya da por cierto, sino que se planteaba como una verdadera cimera dónde los países se dispondrían a reducir sus emisiones de dióxido de carbono, principales causantes del cambio climático.
A pesar de sus grandes expectaciones, según mi opinión fue no solo un verdadero fracaso pro lo que al cambio climático se refiere, sino también por lo que afecta a la incapacidad de los gobiernos y los políticos de tratar seriamente un problema a escala mundial.
Lo triste del asunto es que de dicha cumbre lo único que se ha conseguido sacar es lo mismo, o proporcionalmente menos, que el protocolo de Kyoto, que data del 1997.
Así se puede ver que, mientras el cambio climático avanza, los gobernantes mundiales le dan la espalda a la Tierra, priorizando por encima de ella, el crecimiento económico de sus países.
Es decir, las potencias mundiales (China, EEUU, Rusia...), que obviamente son las que más emisiones producen, se reunieron en Copenhague planteando que sus respectivos países no podrían afrontar las reducciones de emisiones.
En esto, tampoco quedan exentos el resto de países desarrollados, que también acudieron en Copenhague con la intención de explicar lo imposible que resultaría una reducción (aunque fuera mínima).
Lo grave de la cumbre ya no es su gran y estrepitoso fracaso ante la no reducción de la emisiones, sino que ya ha quedado muy claro lo que los países están dispuestos a hacer.
En Copenhague, los políticos no fueron a presentar soluciones o alternativas, sino que, como el caso de China, acudieron allí con la intención de criticar a los otros (referente a los EEUU). Lo que ocurrió es que nadie, absolutamente nadie en Copenhague, fue capaz, ya no de dar un gran paso adelante, sino que no supieron ni avanzar un poquito.
En vez de avanzar hacia acuerdos, lo que salió de Copenhague fue una marcha atrás en relación al tema que se tenía que haber tratado verdaderamente.
Queda claro, entonces, que la cumbre de Copenhague no hizo nada más que propaganda barata de “intenciones de pacto mundial” y de la clara ineficacia por parte de políticos, gobiernos y científicos de conseguir llegar a un mínimo acuerdo.
Con todo esto señores, veo un futuro muy oscuro, lleno de dióxido de carbono, con gobiernos desesperados ante una situación irremediable, con lloriqueos hacia lo que se podría haber hecho y con, obviamente, ninguna solución.
Como bien enseñaba la pancarta gigante de “Greenpeace” con las caras de los principales dirigentes mundiales, “podríamos haber hecho algo, pero no lo hicimos”.
jueves, 11 de marzo de 2010
LA UTILIDAD DE LA CUMBRE DE COPENHAGEN
La primera chispa que prendió la esperanza en la lucha contra el cambio climático fue el protocolo de Kioto, donde se acordó a nivel internacional reducir la emisión de gases. En éste, se acordó reducir en un 8% la emisión de gases durante el periodo comprendido entre le año 1990 y 2010.
Y hace pocos meses, se celebró la cumbre de Copenhagen para dar continuidad al protocolo de Kioto. Un éxito en cuanto a la participación, pero sin llegar a un acuerdo vinculante común. Y es que a la dificultad de conseguir una reducción del 50% de emisión global de gases en el año 2050 en una sociedad tan industrializada como la de hoy en día, tendríamos que añadir las posibilidades reales que pueda tener cada país en función de su economía. Claro está, que muchos países, por mucha voluntad que puedan mostrar sobre papel mojado, no podrán recortar la emisión de gases sin la ayuda de la comunidad internacional. Y igualmente, hay acuerdos entre países más desarrollados que perjudican otros países de la misma o similar condición.
En definitiva, se puede considerar la cumbre de Copenhagen como un pequeño paso adelante cargado de buenas intenciones de los países del mundo, pero que deja un acuerdo atascado y poco definido debido a las diferencias de posibilidades de cada uno de ellos. Y a pesar de que ya se han programado dos cumbres mas para el año que viene y el siguiente, hoy en día queda claro que hay mucho camino que recorrer teniendo en cuenta que los Estados Unidos todavía no han aprobado en el senado la ley de reducción de emisión de gases.
martes, 9 de marzo de 2010
La Cumbre de Copenhague.¡Un desastre absoluto!
Del 7 al 18 de diciembre de 2009, se celebró en Copenhague, la denominada COP-15, llamada así ya que era la quinceava conferencia que se realizaba, y se realizaba en la capital de Dinamarca, en dicha conferencia se debían haber solucionado, o como mínimo haber llegado a un acuerdo, sobre el cambio climático. Pero no fueron capaces de entenderse, entre los distintos representantes de los 192 países, que pertenecían a esta cumbre, en dicha conferencia asistieron alrededor de 34.000 personas, desde periodistas, hasta los delegados, pasando por representantes de Organizaciones No Gubernamentales.
En la cumbre de Copenhague se pretendía llegar a reducir las emisiones de dióxido de carboneo hasta un 50%, en 2050, pero para poder realizar eso, deberían sacrificarse todos los países, e incluso por injusto que parezca, unos países se sacrificarían más que otros, sobre todo los perjudicados serian los más industrializados.
La verdad que es algo extraño, todos quieren ponerse de acuerdo en el cambio climático, pero nadie quiere dar un paso, y ceder, todos quieren y esperan que cedan los demás, esto lo encuentro muy egoísta, y hasta que no se bajen de la mula todos los representantes no se podrá realizar nada, en definitiva la cumbre no sirvió para nada, o bueno si para reunir a 34.000 personas intentar arreglar el mundo y acabar sin hacer nada, e incluso contribuyendo en mayor grado al cambio climático, porque para ir a Dinamarca todos no han ido andando o en bicicleta, sino que en aviones, coches blindados, etc. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que todos los representantes que han viajado hasta allí en mayor o menor grado han ayudado a generar emisiones de CO2, para intentar hacer el bien, pero no lo lograron. Pienso que ahora el resto de los humanos deberíamos demostrar que siendo más gente y sin reunirnos en un único lugar, sino haciéndolo vía correo electrónico, correo de toda la vida, o bien con anuncios deberíamos llegar a un acuerdo y demostrárselo a nuestros representantes en la cumbre, que podemos hacerlo.
sábado, 6 de marzo de 2010
Ya no vale decir: Borrón y cuenta nueva
viernes, 5 de marzo de 2010
La Cumbre de Copenhague:
Esta cumbre tenía que solucionar todos los problemas medioambientales y el cambio climático. Según los políticos de todo el mundo, esta cumbre tenia que superar todas las demás cumbres que se habían realizado, como la cumbre que se realizo a Kyoto el 11 de Noviembre de 1997 de donde salio el famoso “Protocolo de Kyoto”. Este protocolo es muy conocido ya que lo firmaron todos los países industrializados, incluso los Estados Unidos de América que unos años más tarde, dijeron que no lo cumplirían.
Yo, ha diferencia de muchos, no estoy decepcionada por la falta de resultados de esta cumbre que tenia que salvar el mundo. Yo siempre he pensado que esta cumbre la tenían que realizar los expertos no los políticos, los cuales se piensan que por leer un par de libros de medioambientales ya lo sabían todo del cambio climático. Y si la cumbre la hubieran realizado los expertos, los presidentes de todos, no solo de los desarrollados y en vía de desarrollados, sino todos los presidentes de los países lo tendrían que cumplir, pero esto solo ocurrirá el día que ya no podremos hacer nada para salvar el nuestro estimado planeta. Por ahora lo que tendríamos que hacer todos, es intentar reducir los residuos que producimos cada uno de nosotros. Tenemos que pensar que los pequeños gestos también cuentan.
UTILIDAD DE LA CUMBRE DE COPENHAGEN
Según mi opinión, este tipo de encuentros deberían seguir realizándose, sin fijarnos solamente en el hecho de que muchas veces no se obtienen los resultados esperados. Como por ejemplo, con el Protocolo de Kyoto (1997), éste, en un principio, no fue aceptado por los Estados Unidos ya que la reducción de emisión de CO2 afectaba considerablemente a su desarrollo económico. Sin embargo, al cabo de unos años accedieron a aceptar, en parte, el acuerdo. Incluso esta experiencia nos muestra que con perseverancia y la unión de un gran grupo de países se pueden conseguir mejorías. También creo que aunque, muchas veces, no se lleguen a grandes acuerdos, el solo hecho de realizar estos encuentros ya provocan un debate social. Esto conlleva que la gente de la calle cada vez sea más consciente de todas estas cosas, ya que no se puede pretender empezar la casa por el tejado, por este motivo una cosa muy importante que se debe hacer para empezar es la concienciación de la población. Ya que ésta, poco a poco, irá poniendo su grano de arena para la conservación del planeta, y además la población puede ser muy importante en estas decisiones, ya que no podemos olvidar que ellos son los votantes, y que si reivindican una cosa y los políticos no les hacen caso, estos perderán credibilidad y en consecuencia votos, y no lo querrán. En conclusión, que la gente puede suponer una gran presión y ayuda para conseguir estos acuerdos. Otra cosa es que después estos acuerdos se cumplan.
Además, si se reúne un gran grupo de personas, es más fácil que se puedan encontrar soluciones. Ya que muchas veces una persona ve o enfoca las cosas de un modo, y por este motivo se ve encasillado en una dificultad. Pero si ese problema se pone en debate delante de muchas personas (con ideales, costumbres y modos de ver la vida distintos) es más fácil que aparezca una solución.
En conclusión, creo que la Cumbre de Copenhagen tiene una cierta utilidad. No solo por el hecho de que se intentan encontrar soluciones para el cambio climático y la concienciación de que ya he hablado, sino que también por el hecho de que se une un grupo de personas con diferentes culturas e ideales, unidos con un mismo objetivo. Y esto puede conllevar a mejores relaciones entre países, y la solución de otro tipo de problemas. Sin olvidar el hecho de que con estas prácticas se muestra a la gente que uniendo las fuerzas y los recursos se es más fuerte para superar las adversidades.