jueves, 30 de septiembre de 2010

Dios no existe

Hace unos días, el científico británico Stephen Hawkins afirmo públicamente que Dios no existe. Como era de prever su frase genero mucha polémica, ya que mas del 80% de la población mundial cree en la existencia de un ser superior. Probablemente para mucha gente de nuestro estado, sobretodo gente joven, esta frase no tenga trascendencia, ya que vivimos en un estado laico, pero para la gran parte del mundo tiene una gran trascendencia esta afirmación.

Cuando era pequeño en la escuela me contaron que una fuerza divina llamada Dios creo el mundo en menos de una semana, yo alucinaba. A medida que fui creciendo, me di cuenta de lo inocente que era de pequeño, como todos supongo, entonces descubrí que existían diversas teorías científicas razonables y que se podían demostrar a diferencia de la teoría del creacionismo.

Estoy totalmente de acuerdo con Hawkins, la ciencia explica lo que se propone mediante teorías que están comprobadas, aunque mucha gente no piensa esto, ya que cree en una fuerza superior capaz de resolver todos los problemas y ayudarles en todo momento. Hay que respetar todas las opiniones, pero obviamente, si Dios existiera, ¿ocurrirían desastres como el de Haití?

No conocía a este científico, pero es de admirar, no todo el mundo se atreve a afirmar una cosas así, en Estados Unidos, en las aulas de las escuelas esta prohibido explicar la teoría darvinista, encuentro lamentable que en pleno siglo XXI no se pueda contar una teoría que esta demostrada.

En conclusión creo que esta sentencia tendría que hacer reflexionar a la población mundial, mucha gente podría abrir los ojos, nunca es tarde.

miércoles, 29 de septiembre de 2010


"DIOS NO EXISTE"
Hace unos días, Stephen Hawkings, físico, cosmólogo y divulgador científico del Reino Unido, afirmó que Dios no existe en los medios de comunicación. Como es lógico, creo una gran polémica, pues ya no hablamos de cristianismo o judaísmo, sino de la creencia de un ser superior de un 85% de la población mundial. Y nos preguntamos, ¿existe Diós? ¿Nos lo puede demostrar la ciencia?
Desde ya la Prehistoria, los seres humanos, antes del homo sapiens sapiens incluso, ya tenían sus primeras y primitivas religiones y sacrificios, simples indicios de lo que vino más tarde. De hecho, en los yacimientos de Atapuerca, se encontraron fosas con huesos humanos que servían de alimento (el homo antecesor era caníbal) y de ritual para sus divinidades. Estas divinidades no tenían nada que ver con la moral y la ética, sino en los fenómenos y elementos la natura que determinaban su supervivencia o no, como las lluvias, la luna, la caza o el fuego.
Más tarde civilizaciones como la egipcia perfeccionaron estas creencias mitológicas personificando estas divinidades, con historias, relaciones entre ellos y sus iras y bondades. Curiosamente, el faraón, el que gobernaba en todo Egipto y parte de Etiopia, era uno más de ellos, y por tanto su presencia debía ser temida y admirada. Es en este momento que la creencia paso a ser una religión, con templos y tumbas mastodontes y sacerdotes que dominaban los venenos y las curas. Uno de sus rituales más famosos ya sea por el cine o la morbosidad de los tesoros que había, es la momificación, que consistía extraer los órganos vitales (hígado, cerebro, vísceras y páncreas) del muerto embalsamado y mantenían en él el corazón, que sería pesado en una balanza. Si su peso era más ligero que la pluma de Isis (la justicia) iba al paraíso, sino, era devorado por un animal monstruoso.
En Grecia ocurre un gran cambio que viene dado por unos parámetros que estas islas repartidas por el Mediterráneo poseían a diferencia de las otras grandes civilizaciones de la época antigua: no tenían un rey poderoso, sus dioses habían perdido su autoridad a causa de sus pecados, ambiciones y mala imagen y grandes comerciantes (Tales de Milet entre otros) trajeron de sus viajes por Persia, Egipto y otras civilizaciones avances técnicos y tecnológicos. En ese momento los sabios de entonces deciden poner un orden a todo ese caos que veían, contestarse sus preguntas sobre la natura, que antes habían simplificado con mitos y leyendas que contaban los oráculos. Sus descubrimientos, basados en la observación y el experimento recuerdan al después llamado método científico. Poco a poco, la mentalidad va cambiando , la curiosidad y la libertad de pensamiento surge. Pero todos esos avances de pensamiento quedan cortados secamente por personajes como Pitágoras y Platón, cuya forma de entender el saber es mediante la reflexión y la meditación, cerrando los ojos a la madre naturaleza y al ser humanos, prefiriendo la perfecta divinidad, privando de sus ciencias (geometría y matemáticas) a los que no seguían su secta.
Es así como durante prácticamente toda la Edad Media, las ideas de Platón fueron las ideas que se insirieron a las religiones monoteístas. Sobre todo en el cristianismo. En ese momento de la historia se cometieron autenticas aberraciones por defender dioses y religiones que en realidad son hermanas, castigando a las mujeres que no seguían su doctrina estrictamente y a los librepensadores. Solo algunos sectores de la iglesia continuaron la tradición científica guardando pergaminos y traduciéndolos.
Hasta la Revolución Industrial donde cada vez la religión va perdiendo fuerzas, los jóvenes creen el progreso, la tecnología, la ciencia. Porque esta les permite innovar, sacar productos nuevos y más eficaces, en definitiva, estrategias comerciales.
En nuestro mundo, en Europa y América del Norte, se vive de la ciencia. De la medicina, de la tecnología, de la informática, etc. I lo único que lo cambia, es que creemos en otros postulados, en la ley máxima de la gravedad, de la dinámica de cuerpos, de la relatividad, que igual que la presencia de fuerzas sobrenaturales, falta pruebas no empíricas, que están en recerca en centros como el CERN. Porque el ser humano tiene un cerebro complejo que lo dota de consciencia, autoconsciencia, y sobre todo: curiosidad. Esto es lo que nos lleva a creer en Jesús, los duendes verdes o la Evolución de Darwin.
La importancia, que ni Hawkings ni Rouco Varela han sabido ver no es la existencia de una o de la otra, no tienen que ser porque polos que se repelan, sino mirarlo con tolerancia porque cada uno es libre de creer y pensar lo que crea más interesante. La ciencia nos ayuda a ir más lejos porque sus cálculos y hipótesis nos responden con más claridad, pero cuando uno está en situaciones límite, sin medios para alcanzar conocimientos científicos, su camino más tranquilizador es la religión. No una religión de fanatismos y devoción destructora, sino la que te respeta como humano, contándote un porqué, historias que te sacien la curiosidad y unos valores para poder ser persona.
Al fin y al cabo, ni religión ni ciencia nos demuestran una segunda vida, una da la versión edulcorada de vivir felizmente al cielo o paraíso, y la otra una versión más realista, tu cuerpo descomponiéndose por los gusanos, bacterias y hongos, así que se debe vivir la que segurísimo que poseemos. Yo, creo en la ciencia porqué me gustan más sus respuestas, pero a veces, me gusta creer en que hay una energía, como el karma, un porqué de actuar correctamente, quizás sea la moral o simplemente la inteligencia humana. Pero me gusta la gente con fe y esperanza, son personas muy humanas desde mis ojos y igual, admiro a Einstein, Darwin y Demòcrito por su gran instinto y perspicacia.

"Dios no existe"

Hace un par de semanas, el científico británico Stephen Hawking afirmó, en un avance de su nuevo libro, que la física moderna no necesita la posibilidad de que Dios crease un universo. De la misma forma en que las teorías evolucionistas como el Darwinismo eliminan la existencia de un creador, el astrofísico Hawking argumenta la innecesidad de un papel de creador en el universo, ya que el “Big Bang”, la gran explosión que originó el universo, fue una consecuencia inevitable de las leyes físicas.
Aunque en ningún momento el distinguido físico niegue la existencia de un Dios, esta afirmación o hipótesis ha iniciado una polémica a gran escala.
Quizá los adolescentes españoles no le prestamos la atención suficiente a la afirmación que argumentó hace poco Hawking y no entendemos la polémica que gira a su alrededor, eso puede a ser debido a nuestra relación día a día con la religión.
Según mi parecer, cada vez más, vamos dejando de lado la influencia de la religión en la sociedad y ya no les damos tanta importancia o no la defendemos como ocurría años atrás, en época de nuestros abuelos o incluso nuestros padres. Todo el mundo vive sus creencias como quiere o como le han educado pero hemos de tener en cuenta que en otros países, la religión es mucho más poderosa, tan poderosa que nadie se atreve ha hacer algo que pueda contraerla o la siguen al pie de la letra. Negar algo que han aprendido de pequeños puede provocar disputas o polémicas.
Pero ya sabemos todos como es la religión, todo lo que no pueda llegar a entender o proponga problemas se tiene que discutir o eliminar.
Me gustaría llegar a entender porque la iglesia no podía parecerse más a Hawking o a cualquier persona con una mente más abierta e intentar entender las cosas por dos caminos diferentes. Hawkins ,como ya he esmentado, en ningún momento niega la existencia de Dios, solo afirma que para crear el universo y todo lo que con lleva, en su campo de la física, no es necesaria su intervención. Si los religiosos llegaran a ser un poco más objetivos podrían entender las dos formas y seguir creyendo en su Dios.
En conclusión, a este mundo le falta aprender a ser un poco más objetivo y ha dejar pensar a la gente como quiera, sin inculcar sus ideas por encima de las otras, y más si las otras están probadas. Allá cada uno con lo que piense al final.

"Dios no existe", dice Hawkins.

Stephen Hawkins es un científico británico popularmente reconocido. Y ateo. De hecho, su influencia ha sido tal en la sociedad actual que incluso niños de entre 11 y 13 años han oído hablar de él, posiblemente gracias a su aparición en la serie televisiva de audiencia mundial “Los Simpson”.
En una de sus anteriores obras, y bajo el título “Una Breve Historia del Tiempo”, Hawkins expresó su opinión respecto a la formación del Universo. De este modo sugirió que no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios como creador y la comprensión científica del universo. Es decir, que no por dar una explicación científica de la formación del Universo, ésta debía de desbancar la existencia de un Dios.
Pero recientemente, Hawkins se ha visto obligado a renunciar (coincidiendo casualmente con la visita del Papa a Inglaterra) a lo que un día argumentó, pues las nuevas teorías científicas hacen redundante la existencia de Dios.

Desde mi punto de vista, estoy plenamente de acuerdo en lo que dice Dawkins. Desde un punto de vista instructivo, de conocimiento general, me siento afina a su conclusión. Si las leyes de la física pueden dar una explicación racional sobre la gran explosión que dio supuestamente origen al Universo (el Big Bang), no me queda otro remedio que aceptar que eso fue así hasta el día en que una nueva teoría salga a la luz. No puedo dar preferencia a una explicación únicamente intelectual delante de un cúmulo de cálculos matemáticos, razonamientos y experimentos. No puedo abrir la puerta a la religión y cerrar-la a la ciencia, a la que tanto debemos de agradecer. Si que es cierto que la ciencia se ha equivocado muchas veces, pero es que es a base de errores por lo que somos lo que somos actualmente, una sociedad moderna y con un gran conocimiento sobre la realidad que nos rodea.
Por lo que a mí se refiere, que Dios como creador no exista no tiene porque significar que no exista ni el Dios que ayudó a una madre con problemas a quedar embarazada o el Dios que ayudó al hijo de nuestro vecino a salir de la enfermedad. Simplemente, es otro tipo de Dios. Para que nos entendamos: para mí Dios no es un hombre de pelo largo y blanco sentado encima de una nube que en siete días logró crear el mundo, sino algo mucho menos físico y más espiritual, la fuerza que nos ayuda a salir de las malas situaciones y a ver la vida mucho menos triste. Aquello que hace que nos queden esperanzas cuando todo se haya terminado. Por lo que cada uno le podría llamar como quisiese ya que cada uno dispondría de su “Dios” personal.
Entiendo que Hawkins (líder de la famosa campaña de autobuses ateos que circularon por varias ciudades del mundo) y sus controvertidas afirmaciones causen sensación en una sociedad mayormente cristiana y religiosa, pero no por eso creo que se le deba tachar de mentiroso o revolucionario. De hecho, si él aceptó que pudiera ser posible la coexistencia entre el Dios y la ciencia, ¿porque no deberíamos nosotros de abrir nuestra mente y seguir su ejemplo?

En conclusión, yo no me tomaría las ideas de Hawkins como algo malvado para destruir la fe de los cristianos, sino como un gran paso para la sociedad en conjunto. Estamos cada vez más cerca de descubrir el verdadero origen de la vida sin necesidad de ninguna explicación religiosa y esto, probablemente, dejará huella en este mundo.

DIOS NO EXISTE

Gracias a los grandes descubrimientos científicos, la figura de el ente creador, nombrado Dios se esta alejando de las ideas sobre la creación de nuestro mundo conocido. Como bien sabemos, los mitos no pueden ser ni estudiados, probados ni comprobados, es decir, que se tratan de tesis que no se pueden cuestionar.
Los estudios científicos explican parte de el por qué de nuestra existencia i en general, de toda la naturaleza que podemos ver objetivamente.
Analizando lo que se ve y lo que se ha caracterizado como existente en el pasado tienen un motivo explicable científicamente, el cual nos da a entender que la tierra no ha sido creada por ninguna fuerza divina.
La teoría científica es prácticamente uniforme en todo el mundo, a diferencia de las religiones cuyas leyes morales y cuyos creadores han sido completamente distintos, es decir, que en cada lugar han dado una explicación distinta sobre el por qué de las cosas.
Nuestra visión del mundo se basa en la Tierra, gran parte de la cual se pude caracterizar mediante teorías científicas. Ahora bien, existen ciertos aspectos que la ciencia no puede llegar a analizar como es el origen de todas las cosas, la fuerza que ha creado el origen del origen que nosotros conocemos; a este tema no le podemos dar ninguna explicación ya que no se puede estudiar científicamente. Entonces, podemos afirmar que alguien que cree que el pionero de todas las cosas era un Dios, no le podemos decir que acierta pero tampoco que se equivoca ya que no hay otra explicación que la substituya.
Valorando todos estos aspectos, podemos observar 2 maneras de ver la religión: una que es como el opio del pueblo que es la que dice que lo que para nosotros es obvio, referente al hecho de que los movimientos de la naturaleza no se tratan de una acción de un todo poderoso que lo domina todo. Y otra que es la visión de que la chispa que provocó el big-bang fue obra de Dios. Esta última idea no se puede perseguir ni catalogarla como algo místico irracional, sino que hay que valorarla como una opinión de alguien libre que a falta de explicaciones científicas expone su propia idea.
En conclusión, debemos ser objetivos en lo referente a lo que ha sido comprobado científicamente( lo que vemos y lo que sabemos que ha estado por motivos naturales) y debemos respetar las ideas abstractas sobre las cosas que la ciencia está a años luz de conocer.

martes, 28 de septiembre de 2010

Dios no Existe.

Hace pocos días Stephen Hawkings dijo “dios no existe”.
Parece que esta frase ha causado un poco de debate social, aunque no es la primera vez que Hawkings declara en público afirmaciones de este tipo:
En junio de 2010, en una entrevista para se le pregunta si imagina un punto en el que ciencia y religión se encuentren de algún modo, y Hawking contesta que "es más sencillo que Corea del Norte gane el mundial de fútbol", y añade: "Existe una diferencia fundamental entre ciencia y religión. La religión se basa en la autoridad, y la ciencia se basa en la observación y la razón. La ciencia vencerá porque funciona" . Otra de sus frases en publico fué: "Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo y se creó de la nada. La creación espontánea es la razón de que haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el Universo, de que existamos. No es necesario invocar a Dios como el que encendió la mecha y creó el Universo" .
Dado en que en América predomina el cristianismo y no se goza de una libertad de opiniones tan amplia como en España, estas frases abren un gran debate socia.
En estados unidos, muchos estados tienen leyes estrictas al respecto: muchos institutos prohíben la enseñanza de el evolucionismo, incluso llegando a encarcelar a los profesores que no defienden el creacionismo delante de sus alumnos.
No es la primera vez que se pronuncian frases de esta envergadura en que los ciudadanos de Estados Unidos se sienten insultados.
En la lucha para salir en el espacio exterior, el triunfo de los rusos frente a Estados Unidos se hizo notar con frases en contra de la existencia de Dios: El primer astronauta ruso que salió al espacio, en su regreso comunicó que a pesar de que había salido fuera de la tierra, no había visto a Dios.
Aunque puede que estas declaraciones de Hawkings no sean más que una forma de llamar la atención y aumentar su fama, una vez más se mezclan las opiniones de los ciudadanos para buscar la respuesta que se lleva preguntando la sociedad desde hace siglos: ¿Existe Dios?
Yo no voy a afirmar nada, pero creo firmemente en que si alguna vez podemos llegar a encontrar algún tipo de prueba sobre la existencia de Dios, no llevaría zapatillas ni barba como el de la revista “El Jueves”.

jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Vino tinto o vino blanco?

El vino ha sido elaborado por el hombre desde la prehistoria. También se han encontrado pinturas del antiguo Egipto que ilustran como producían litros de esta bebida. Incluso grandes imperios como Grecia y Roma atribuyeron un Dios al vino.

Es bien sabido que el vino puede llegarse a considerar una bebida lujosa. Su precio puede oscilar entre menos de diez euros (el vino tinto barato de los supermercados) hasta más de cien o incluso mil euros (las selecciones especiales de las grandes viñas).

Estos últimos que he mencionado son los que dan empleo a los catadores de vino. Es un trabajo muy bien pagado que requiere un gran olfato i mucho talento a la hora de sentir el gusto del vino. Notar un toque de bosque, o de mar, en el vino es algo bastante difícil, pero que puede marcar la diferencia entre un buen vino y otro mediocre.

Se podría decir que la gente ha establecido unas tradiciones para el vino. Lo más común es que se beba vino tinto cuando se come carne, o cosas calientes, o en invierno. El vino blanco es más frecuente en verano, o comiendo pescado, etc.

En mi opinión, esto no debería ser así, y creo que la cocina moderna lo canviará. La nueva cocina busca contrastes para ser más llamativa al gusto de la persona, y creo que convinar los vinos con cosas a las que la gente no está acostumbrada será una de las opciones por las que optaran los restaurantes de élite.

Personalmente, no he tenido la oportunidad de provar muchos vinos, pero sin duda prefiero un buen vino tinto casero, de los que se bebe directamente del “porró”. ¡No hay nada como un buen trago de esta bebida por la mañana antes de una buena excursión por la montaña!

¿Vino tinto blanco?

¿VINO NEGRO O VINO BLANCO?

Podríamos definir el vino como una bebida obtenida de la uva a través de la fermentación alcohólica de su zumo o más bien nombrado mosto.

La fabricación del vino requiere sobre todo tiempo y paciencia, ya que aparte de tener que tener unas buenas y cuidadosas uvas, son muy importantes también los factores ambientales para que salga un buen gusto y no por ejemplo agrio. Son importantes factores ambientales como el clima, la latitud, la altura o las horas de luz que hayan.

En cuanto a la argumentación de hoy, hablaré sobre las dos grandes clases de vinos: el vino negro, o mejor dicho vino tinto y en el otro bando tenemos el vino blanco. Pondré una serie de características de cada uno, más alguna ventaja e inconveniente, para al final decantarme por uno de los dos tipos de vino.

El vino tinto, tiene más proteínas y calorías que no el blanco, en cambio si lo que quieres es ir un poco pasado de alcohol, el tinto te ayudará a que pases una noche más animada, eso sí, con precaución. El vino tinto también aporta más minerales que no el blanco.

El vino blanco de puntos favorables, aporta un poco más de calcio en la persona y también un poco más de fósforo. También es positivo dependiendo de la persona, que su graduación de alcohol es menor a la del vino tinto.

Por lo que hace a la comida, el vino negro, es más apetecible de comer con la carne y con la mayoría de las comidas, en cambio el vino blanco, se hace especialmente atractivo cuando se toma con el pescado y con pocos alimentos más.

En conclusión y en mi opinión, creo que es más positivo beber vino tinto que no blanco, debido a que aporta más nutrientes y lleva más grados de alcohol que no el blanco y en mi opinión ayudaría a pasar una noche más entretenida y tener un sabor de boca más agradable, ya que el gusto de ambos es muy diferente y en mi opinión, el sabor del tinto es más agradable.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿VINO BLANCO O VINO TINTO?

En la cultura mediterránea, el vino siempre ha estado presente en nuestras dietas. Des de su aparición en el neolítico, en la zona de los montes Zagros (actual Georgia, Armenia e Irán), se ha ido perfeccionando y se han ido creando diversas formas de hacer el vino. La producción vinícola se ha mejorado progresivamente a lo largo de la historia descubriendo la mayor parte de los matices en la elaboración y las diversas características relacionadas con el sabor, la graduación, etc. Así pues la enología(la ciencia que estudia la producción, las técnicas y el arte de producir vino) ha ido evolucionando hasta llegar a conocer la mayor parte de las características de los diferentes vinos.
En general, los vinos se dividen en dos grandes categorías, los vinos blancos y los vinos tintos, a los cuales corresponden dos tipos de vinificación esencialmente distintos.
La vinificación en los vinos tintos, se obtiene sumergiendo las partes sólidas de la uva en el jugo cuando ocurre la fermentación de las uvas negras. En el transcurso de esta operación, las uvas se quedan en contenedores durante un tiempo que varía según las variedades de las mismas, los tipos de vinos que se quieren obtener, la tecnología empleada para el desarrollo de la vinificación, y la temperatura del mosto durante la fermentación.
Para la elaboración del vino tinto, primeramente se insertan las uvas dentro de una prensa. El zumo de la uva que se obtiene de este proceso, es trasladado a un contenedor. Las uvas que quedan en el fondo se rompen y empiezan a fermentarse de forma natural. El contenedor se cierra y se le inyecta dióxido de sulfuro para comenzar el proceso de fermentación en las uvas enteras. De esta forma, el color de la piel de la uva da ese color tan especial zumo.
Al finalizar la fermentación, las uvas se rompen dejando salir el jugo. El vino no está listo al acabar la fermentación, ya que después ha de madurar para poder desarrollar su estilo y características.
En cambio, para elaborar el vino blanco se necesitan uvas blancas o uvas negras con jugo blanco. La parte que diferencia a los dos vinos es: que se separa el jugo del racimo así pues obteniendo un vino más suave, ligero y fresco.
En nuestra dieta, predomina el consumo de carne ante el de pescado ya que nos encontramos lejos de la costa. El vino tinto es el más adecuado para acompañar a la carne, por eso el consumo de vino tinto es preferible en las zonas interiores de los países mediterráneos.
Estudios científicos aseguran que el vino tinto contiene un alto número de ácidos fenólicos, flavonoides y resveratrol, estos componentes hacen que el vino sea rico en antioxidantes que ayudan a regular el colesterol. Se dice que una copa de vino cada día ayuda a evitar que las plaquetas se aglutinen. Así pues las propiedades no alcohólicas del vino son muy positivas para nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
Analizando la riqueza que aporta el vino tinto y la situación geográfica en que nos ubicamos, pienso que si comemos carne en vez de pescado como fuente principal de proteínas hay que tomar vino tinto para acompañarla, de esta manera consiguiendo una dieta más completa.
En conclusión, yo pienso que todos los vinos son diferentes y no hay que menospreciar a ninguno de ellos pero analizando sus componentes beneficiosos para nuestra salud pienso creo que tomar vino tinto es la mejor opción, pero como ya sabemos, la riqueza está en la variedad de productos. En definitiva, un buen amante del vino debe disfrutar de todas sus variedades.

¿Vino tinto o blanco?


En el mercado se pueden encontrar gran variedad de vinos con diversos sabores y aromas, los más conocidos son el vino tinto y el vino blanco, de los cuales también encontramos varias versiones.

El vino es la bebida resultado de la fermentación de la uva, acción metabólica de la fruta en la que el azúcar se convierte en alcohol etílico gracias a las levaduras.

¿Qué diferencia hay entre el vino tinto y el vino blanco? La diferencia más clara esta en el color de ambos, que se debe al tipo de uva implementado para la creación de la bebida, por ejemplo, uvas tintas para el vino tinto y Chardonnay y Sauvignon Blanc como ejemplos de las más finas y escasas utilizadas para el vino blanco. De hecho es en la clase de uvas empleadas en los vinos donde encontramos otra diferencia muy importante, el valor nutricional. La uva tinta o negra supera en casi todos los nutrientes, vitaminas y minerales a la blanca, destacando entre ellos el potasio y los polifenoles. La uva negra ha sido objeto de varias investigaciones donde se ha encontrado que posee propiedades antioxidantes y anticancerígenas, aportando increíbles beneficios al cuerpo humano. Se ha descubierto que el consumo moderado de vino tinto puede prevenir enfermedades cardiacas y geriátricas, así como retrasar el envejecimiento. Estas mismas cualidades también se pueden encontrar en el vino blanco pero en una menor medida.

A la larga, el consumo moderado de vino tinto puede resultar mucho más beneficioso que el del vino blanco.

A pesar de todas las cualidades favorables del vino no hay que olvidar que posee alcohol y un consumo de más de 30 grados diarios podría traer graves consecuencias para el corazón y el hígado.

Así, teniendo en cuenta todos estos aspectos (e ignorando las cuestiones de sabor, textura, etc.), sería preferible el consumo de vino tinto (o en su defecto, negro) antes que el vino blanco. Aunque como dicen: “entre gustos no hay disgustos”.

blanco o tinto

Recuerdo cuando escogimos este tema, yo me lo tome a broma y lo boté, reconozco que fue un error botarlo perqué es un tema del cual no se nada. Yo no se que vino prefiero porque no recuerdo haber probado nunca el vino, y creo que no me dejarán escoger entre el vino tinto o el blanco al tun tun así que me voy a informar, i al final daré mi opinión.
El vino es una bebida que a lo largo de los años se ha ido perfeccionando el proceso de elaboración junto con los avances tecnológicos i la química. El vino es la bebida por excelencia en todo tipo de fiestas, sobretodo en bodas y comuniones ya sabéis a lo que me refiero… los familiares con las corbatas ligadas a la cabeza y bailando de forma extraña, pero aquí en Cataluña estamos habituados a beber cava.
El origen de la producción de vino se remonta, según las evidencias arqueológicas, 6000 – 5000 antes de Cristo y lo producían de forma muy rudimentaria pero no podemos comparar la tecnología de antes con la tecnología de ahora, en la actualidad la producción se cuida hasta el último detalle como el aroma, la textura, el sabor, la madera de que está echa el barril donde se deposita el vino etc.
¿Que escoger vino blanco o vino tinto? Para elegir uno de los dos es mejor compararlos, para empezar el vino tinto tiene más índice de alcohol, aquí algunos ya se quedarían con el tinto como no, en porcentaje de elementos que contiene el vino como: magnesio, potasio, polifenoles etc… gana el vino blanco, aunque los expertos dicen que el vino tinto es más beneficioso para la salud, sobretodo para el corazón.
En definitiva ustedes deciden, yo me quedo con mi bebida favorita, el agua, la potable digo,la del mar no.

¿Vino tinto o vino blanco?

El vino es una bebida muy frecuente en nuestras comidas, sobretodo en días especiales y de celebraciones. Vivimos en un país con gran tradición vinícola, España es el país que tiene más superficie de viñedos del mundo y existen vinos con gran prestigio como el Rioja o el vino del Penedés.

Se dice que el vino es bueno para la salud, ya que rejuvenece el corazón y puede impedir el aumento de peso, aunque en mi opinión es como todo, es bueno pero sin excesos, se recomienda un vaso diario para las mujeres y dos para los hombres, lógicamente, beberse una botella de vino cada día no es nada saludable.

Cuando hablamos sobre vino, se nos vienen a la cabeza dos clases de vinos: el vino tinto y el vino blanco, y aquí empieza el debate. Si observamos los nutrientes de uno u otro, podemos ver que el vino tinto es más beneficioso que el blanco, aunque eso depende de la cantidad que tomemos y del vino que escojamos.


En muchas comidas se debate que vino se debe escoger, mayoritariamente las carnes rojas se acompañan de vino tinto y los pescados de vino blanco.
Yo pienso que en momento de elegir uno u otro no debemos estar marcados por ninguna regla, sino que tenemos que investigar y jugar con los diferentes sabores, no por comer carne roja debemos acompañarla de vino tinto, también podemos escoger un vino blanco, existen variedades de vinos de esta clase que son bastante fuertes, en caso de comer pescado creo que no nos tenemos que ver obligados a elegir un vino blanco, se puede ser atrevido y probar con un tinto un poco más suave.

En conclusión, creo que no siempre tenemos que decantarnos por una de las dos clases de vino, si no que hemos de ir probando y descubriendo nuevas combinaciones, aunque siempre de una forma controlada y sin beber demasiada cantidad ya que puede llegar a ser perjudicial.

martes, 14 de septiembre de 2010

Vino tinto vs Vino blanco.


Elisabeth y Marina salen a cenar.
Después de sentarse en la mesa que ya tenían reservada y empezar la charla sobre los asuntos financieros de su empresa, llega un camarero muy gentil que les ofrece la carta del restaurante.
Gracias.
Qué van a tomar para beber?
Vino, porfavor.
¿Vino tinto o vino blanco?

El vino es la bebida más antigua conocida por la humanidad, hay expertos que se atrevían a afirmar que el vino se produjo por primera vez durante el neolítico. No se equivocaban, se han hallado testimonios del proceso de la elaboración del vino en los montes Zargos, una región que hoy ocupa Irán, Georgia y Armenia.
Y... ya se conocen documentos que testifican el uso dietario y terapéutico del vino de hace 4 mil años atrás!
En todo éste tiempo, el vino ha sufrido varias evoluciones: La mayoría del vino que se consume hoy en día viene de una especie de viña, originada en el Medio Oriente.
Sin embargo en Estados Unidos y en Canadá existen muchas variedades que surgieron a partir de la cruza con especies nativas de Norteamérica.
Como consecuencia de éste numero variedades, muchas veces se nos hace difícil decidir entre dos tipos diferentes de vinos, cómo el vino tinto y el vino blanco.

A veces la elección se ve facilitado considerando la relación que la bebida tendrá con la comida. Por ejemplo, el vino blanco combina y refuerza los sabores del pescado y el marisco de forma espectacular. En cambio, el vino tinto se empareja mejor con la carne o los guisados fuertes.
Pero si preguntamos a la voz popular, la gente prefiere generalmente el vino tinto. Además los médicos nos dan cada día más razones para beberlo.
Se ha encontrado que el vino tinto eleva los niveles de HDL, el llamado "colesterol bueno" y a la vez reduce los niveles de LDL, el "colesterol malo".
Actualmente, los organismos internacionales de salud recomiendan consumir 2 vasos de vino tinto por día, así que cada vez es más difícil encontrar una escusa para no beber un poco.

Los científicos también apoyan al vino tinto. ¿Por qué?

Porque en la elaboración del vino tinto se utiliza la piel de la uva y en la del vino blanco, se la quita.

Y la piel de la uva continene importantes antioxidantes flavonoides, tales como quercetina y tanina, que son los responsables de los efectos benéficos del vino.

Ahí está la diferencia.