martes, 1 de mayo de 2012

LA IMPORTANCIA DE LA APARENCIA FÍSICA EN EL TRABAJO


En pleno siglo XXI parece que la imagen es la principal preocupación que proyectamos a los demás.
¿Damos demasiada importancia a la imagen?
Muchos candidatos son desechados de los procesos de selección por el simple hecho de la imagen que causan en el entrevistador, sin dar ningún valor a lo que pueden aportar.
Está legislado que no pueden hacerse discriminaciones por raza, sexo o religión para optar a un puesto de trabajo, no esta legislada a discriminación basada en el atractivo físico por la dificultad que esto implica.
El valor del atractivo físico esta creciendo constantemente y su evidencia es que muchas sociedades hoy en día están extremadamente interesadas en el atractivo físico directamente observable, con cosas como libros de recetas, aparatos de ejercicios, comidas bajas en calorías, cosméticos…

El físico es un aspecto que no debería generar discriminación en el momento de contratar a unas personas, aunque a realidad nos demuestre que esto no ocurre. Muchas veces hemos escuchado alguna situación en donde terminan eligiendo a un/una empleado/a por sus cualidades físicas, más que por su formación o experiencia.
Podemos ver en avisos clasificados la siguiente leyenda “se requiere personal con buena presencia”.
Parece ser que la belleza y el éxito están enlazadas como un prejuicio que todos llevamos dentro. La preferencia por la belleza existe en todos los planos, y claro, en el laboral también.
El caso es que los empleadores saben que el público discrimina y por ello prefieren contratar empleados atractivos que saben que les rendirán mejores ingresos.
Sin embargo, la belleza no garantiza inteligencia ni aptitud profesional, por lo que una persona que ha accedido a un empleo con mayor facilidad que otra que no ha sido agraciada con una belleza tentadora, se verá en el apuro de sostenerlo a lo largo del tiempo y para ello necesitará desarrollar cualidades profesionales y no solo una cara bonita.

Nos gustaría pensar que los procesos de selección en las empresas con asépticos, y que se basan en valoraciones objetivas de nuestras capacidades profesionales. Tampoco nos hace mucha gracia que el aspecto físico sea un determinante.
Sin embargo, somos humanos y el físico tiene su importancia.
Los expertos en recursos humanos dicen que las posibilidades de que una persona atractiva encuentre trabajo son mayores que las que tiene otra que no lo es. Además, a la hora de seleccionar a trabajadores, junto a la experiencia o el currículum, se concede un gran valor a la entrevista, y, por tanto, al contacto personal y la primera impresión con factores que también tienen mucho peso cuando se busca empleo.

No se debe confundir atractivo con ser guapo o guapa. El atractivo puede radicar también en el tono de voz, en la forma de expresarse, en la elegancia, en la educación, etc. Se trata de una cuestión subjetiva.


Clara