lunes, 25 de febrero de 2013

¿Las grandes superficies o el pequeño comercio?

En la época que nos ha tocado vivir, cada vez mas se cierra la pequeña tienda de toda la vida para abrir un gran centro comercial que agrupe todas las marcas famosas en un mismo lugar, bien, ¿parece ser que esto solo son ventajas no? Pues bien, si, por un lado, tener todas las tiendas que necesitemos ( o no necesitemos) una al lado de otra esta muy bien y te permite conseguir muchas cosas, pero acaso nos hemos olvidado de el pequeño comercio? La típica tienda de pueblo,con el mismo personal, llevada por la misma familia durante años, que te conocen, conocen a tus padres/hijos y te han visto crecer, jugando delante de su misma tienda.


Una vez mas, la mayoría de gente se rinde al consumismo y se decanta por comprar en grandes cadenas famosas, pero, quizás deberíamos parar, pensar, comparar, porque si, es cierto, en los grandes almacenes las cosas son mas baratas, pero quizás en la tienda de fruta del pueblo pagaremos mas por mas calidad, y muy probablemente no nos darán genero en mal estado nunca, ya que hay una confianza y una amistad de mucho tiempo.


No solo por eso tendríamos que comprar en pequeño comercio, sino también porque así damos vida a la gente que conocemos, basta ya de comprar en grandes cadenas, con dueños desconocidos pero multimillonarios que consiguen abaratar el precio de sus productos a base de explotar los recursos y sus trabajadores, demos un poco de vida a los comercios que lo necesitan. Sino, no podremos evitar el cierre de locales históricos  como esta pasando últimamente  sobretodo en las grandes ciudades, como Barcelona, donde han cerrado con pocas semanas de diferencia dos de las librerías históricas, que sobrevivieron a las guerras, al franquismo y al post-franquismo, las prohibiciones del uso del catalán, pero no han podido con la crisis, ni con las super ofertas ofrecidas por grandes almacenes, que les han quitado sus clientes.

1 comentario:

Teresa dijo...

El texto está bien. Ahora debes intentar hacer menos faltas: algunas son tan tontas como olvidarse de los signos de interrogación y exclamación al principio de las oraciones, o la tilde de más.