viernes, 8 de febrero de 2013

¿LO SUBLIME O LO BELLO?


¿Lo sublime o lo bello? ¿Qué diferencias podemos encontrar entre estos dos adjetivos? Se trata de unas preguntas que parecen muy fáciles de responder a simple vista, pero que si nos adentramos en su verdadero significado podemos no llegar a una conclusión clara en la que se aprecie dicha diferencia. Tanto sublime como bello son adjetivos calificativos que, en muchos momentos de nuestra vida, los relacionamos con objetos y seres que nos rodean. Podemos plantearnos, pues, que es mejor, algo calificado como sublime o en cambio, algo que se conoce por su belleza, es decir, algo bello.

En mi opinión, distinguir un objeto entre sublime y bello se basa en la grandeza o magnitud con la que éste impresiona a la persona que lo percibe mediante los sentidos. No obstante, es muy importante comentar que esta impresión depende plenamente del individuo, por lo tanto se trata de un tema muy subjetivo ya que podemos encontrar personas que consideren sublime un objeto en particular y otros en cambio, tan solo lo calificarían de bello. Pienso que cuando hablamos de bello nos referimos a un objeto que se distingue de los demás por su belleza y su encanto, aquello que, en cierta manera, puede hacernos deleitar. Por lo tanto, lo bello nos atrae y nos produce una sensación de tranquilidad y bienestar a la vez. En cambio, cuando hablamos sobre algo sublime, queremos expresar nuestro asombro y perplejidad ante una realidad que nos cautiva y que a su vez nos estremece. Este objeto o ser que nos causa esta asombrosa sensación supera todos los límites que nosotros mismos habíamos estipulado, creyendo que nunca iban a ser traspasados. Todo aquello que consideramos sublime nos provoca una reacción todavía más exagerada que cuando observamos o disfrutamos de algo bello, cuando lo contemplamos, la admiración nos recurre todo el cuerpo.

            Para concluir, me gustaría remarcar que cada persona tiene su forma particular de cualificar los seres u objetos que con sus sentidos percibe. Cada uno tiene su opinión y con ésta valora que calificativo se apropia más a ciertos objetos. Es importante comentar que el paso del tiempo también juega un papel muy importante en este tema y puede ser relacionado con la magnitud de aquello que se considera bello o sublime. Da la sensación que todo aquello que se considera bello tiene un fin, unos límites, una duración, un envejecimiento. Contrariamente, lo sublime es recordado con conmoción por su grandeza y esplendor, por lo tanto se suele considerar que perdura al largo del tiempo. 

HELENA HUGUET

1 comentario:

Teresa dijo...

Muy buen trabajo, Helena, solo tienes algún error ortográfico como "cualificar" que es "calificar".