La castración química de los violadores

Enciendes el televisor, y cada día vuelves a comer lo mismo. Atentado suicida en Iraq, discusiones de políticos que no saben llegar a ningún acuerdo, subidas de precio de la vivienda

Pero hay una noticia en la que te paras a escuchar más atentamente:
Los casos de violaciones. Salen los vecinos (o más bien las vecinas) de la víctima diciendo que no entienden como ha podido suceder que la pareja se avenía mucho o gritando palabras en intento de defensa de una pobre y desarmada niña.
Y automáticamente la noticia siguiente, habla de la polémica ley de la castración química.
Ley que la mayoría defendemos, ya que no aceptamos el perdón a una persona que ha hecho el daño que ha hecho.

Pero, a mi parecer, no es castigo suficiente obligar a una persona a que vaya periódicamente al médico a tomarse un medicamento. Para empezar, en el momento que quiera, puede dejar de ir a tomarse la pastilla, porque, aunque lo tengan controlado, puede huir y volver a hacer daño. Un daño que no se cura con medicamentos, un daño que no se cura con terapias, un daño que puede perdurar por toda la vida.

Con esto no quiero decir que me parezca mal esta ley, estoy a favor de ella, simplemente es que creo que es una ley insegura, ya que, como he dicho antes el violador puede no tomarse la pastilla y volver a hacer daño.

Si por mí fuese, para empezar, no permitiría que esta gente saliera de la cárcel así como así. Puede que no hayan recuperado la lógica, que sigan siendo agresivos y vuelvan a hacer daño.
Y en el caso que saliesen de la prisión, la castración no sería química, no se si me entendéis.

En conclusión, estoy a favor de esta ley, aunque creo que le falta un poco de dureza.