miércoles, 27 de octubre de 2010

El peso de las mochilas escolares
Los alumnos, se están encontrando en estos últimos tiempos en un problema inesperado y éste es el peso de las mochilas escolares.
Según los médicos especializados en los huesos, debería de tener como máximo de peso, un diez o un quince por ciento del total del peso del alumno. Por ejemplo, si el alumno pesa cuarenta quilos, el peso de la mochila debería de tener entre cuatro y cuatro quilos y medio. Esto es lo que tendría que ser, pero la cruda realidad, nos muestra que el peso de la mochila, incluso llega a superar el treinta i cinco por ciento del peso total de un alumno, por lo tanto, los problemas de espalda en años posteriores estarán asegurados.
En el caso de los niños, el cincuenta por ciento de la población de alumnos españoles ha tenido algún problema en la espalda hasta la edad de quince años y en el caso de las alumnas, el setenta por ciento de las chicas menores de quince años ha tenido problemas de espalda leves y en algunos casos serios.
Se han buscado diferentes soluciones, pero siempre sin ningún éxito detrás.
Las últimas soluciones han sido que los alumnos lleven en vez de libros de texto, un mini-ordenador por tal de moderar el peso.
La última solución de todas, pero, fue que en vez de tener un libro por curso y por asignatura, los alumnos tendrían un libro por trimestre y el peso se reduciría mucho. Las estadísticas confirman que se reduce hasta cinco quilos por día i unos novecientos siete por curso.
Son buenas soluciones la verdad, pero necesitamos urgentemente una solución de verdad, que ayude de verdad a los jóvenes y no comiencen a una edad tan joven a generar problemas en la espalda, ya que la espalda, la podríamos considerar la pieza clave para la estabilidad de los humanos, por la tanto es clave la buena formación de ella en esta corta edad de los alumnos.


FERRAN

1 comentario:

Teresa dijo...

Ferran:
Has hecho un buen texto, bien ordenado, con abundantes datos que sustentan tu opinión.
Con todo, se cuelan pequeños errores ortográficos (catalanismos como "i", "por tal de" que debería ser "para"), alguna frase incorrecta "La última solución..." que suprimirse para evitar la repetición y unir a la oración anterior desde "tener un libro por asignatura..."