Panem et circenses

5 millones de parados en el estado Español, la tasa de desempleo entre los menores de 25 años supera el 45%, hay 1.425.200 hogares en España en los que todos sus miembros están en paro. El presupuesto en Sanidad baja un 9,3% y Educación lo hace un 3,11%. Subida del IBI, del IRPF, congelación del sueldo de los funcionarios. Miles de empresas cierran por el estancamiento de la economía.

Huelgas. En España entre 6 y 9 millones de personas se manifiestan por la elevada tasa de paro, la precariedad laboral, la contención salarial, la presión hipotecaria sobre las familias, la restricción del crédito… En definitiva, reivindican un mundo más igualitario y mejor.

Mientras tanto en los principales campos de fútbol del Estado… Podemos presenciar fichajes de 94 millones de euros, como el de Cristiano Ronaldo, 34 millones para Cesc Fàbregas, 30 millones para Fabio Coentrao, y así una larga lista de nombres.

Queda claro que el deporte profesional es un excelente negocio y muchas veces no entiende de crisis y supera en cifras récord a otras actividades económicas. Entretanto la banca reduce plantillas y cierra sucursales para ahorrar dinero, sí, las mismas instituciones que antaño ha patrocinado, y sigue patrocinando estos eventos deportivos.

¿Hasta que punto podemos tolerar todo esto? ¿Debemos actuar contra esta atrocidad?

En mi opinión deberíamos. Pero luchar contra estas injusticias supone luchar con los mismos damnificados por la crisis española. La afición futbolística no renunciará a los sábados de fútbol en el bar, o los miércoles de Copa del Rey (después de trabajar 8 horas seguidas, claro está), tampoco las discusiones con el vecino Merengue, ni las tan costosas camisetas del Barça por Navidad. 

Señores y señoras, con ustedes el “Pan y Circo” del siglo XXI.

Clara