La tecnología cada vez juega un rol más importante en nuestras vidas. A medida que avanzamos tecnológicamente, estamos más envueltos de tecnología para facilitar nuestras vidas pero últimamente se está abusando demasiado de la tecnología y ha pasado de ser una herramienta a ser un instrumento de manipulación social.
Los jóvenes con tan solo trece años aproximadamente ya tienen su móvil con conexión a internet estando todo el día conectados a redes sociales. Estos jóvenes no poseen la suficiente madurez como para poder cuidar su privacidad y se entregan totalmente a un gran hermano que te controla.
Los móviles de los jóvenes muchas veces han causado problemas en los institutos. Los alumnos prestan más atención a lo que ocurre en su Facebook que a su profesora. Por este motivo, se ha prohibido llevar los móviles en clase.
Por el otro lado, los móviles pueden servir de ayuda para buscar información en internet sobre algo que no se entienda o algún significado en diccionarios on-line. El problema está en el abuso que se hace de estas herramientas. Personalmente creo que no debería haber problema en llevar el móvil en clase siempre y cuando no moleste o interrumpa la clase. Pero la falta de juicio de mucho jóvenes les lleva a situaciones que interrumpen la clase y su enseñanza.
En mi opinión, creo que a partir de primero de bachillerato, que es cuando los alumnos empiezan a tener más responsabilidad, se podría llevar el móvil a clase pero, siempre y cuando no moleste y el/la profesora/a no lo vea. El móvil sólo se podría sacar para consultar algo si la profesora te da permiso.