jueves, 4 de octubre de 2012

LA SINCERIDAD DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN



Cuando vamos andando por la calle o en coche por la carretera y escuchamos la radio, cuando estamos en el sofá de nuestra casa mirando la tele, cuando nos sentamos en la barra del bar a leer el periódico o en las butacas de la peluquería estamos leyendo una revista del corazón; cuando hacemos alguna de estas acciones, nos está llegando información a través de los medios de comunicación. Los medios de comunicación son el instrumento por el cual nos llega información y/o podemos transmitirla. Pero tenemos que preguntarnos si ésta es objetiva y fiable o si ha sido manipulada antes de llegar a nuestra persona.
Vivimos en un mundo en el que, por mucho que nos sintamos libres, no lo somos. Vivimos condicionados. La mejor forma de sugerir, imponer y crear una sociedad a la medida de los “dominantes” del mundo, es, indirectamente, a través de los medios de comunicación.  Des que nacemos, los humanos somos seres sociales, nos educamos y vivimos en sociedad, pero si esta sociedad está dirigida por unos “titiriteros” que utilizan todos los medios que pueden para hacernos títeres, entraremos a formar parte de este ciclo de manipulaciones. Por esto, creo que debemos reflexionar sobre la sinceridad de estos medios, a través de los cuales, nos llega la información del mundo que nos rodea.
Des de mi punto de vista, los medios de comunicación no nos ofrecen informaciones objetivas, sinceras. Detrás de cada medio hay una empresa, una religión, un grupo económico, un partido político… y cada una de estas entidades o grupos tienen como fin, difundir su pensamiento, sus ideas o sus creencias a través de estos medios. Cada medio está financiado por alguien, y por ello este alguien tiene la potestad de decir que es lo que se tiene que difundir y que lo no.
Un claro ejemplo es que en los medios de comunicación de un mismo país, pongamos por caso España, se dan informaciones contrarias o muy diferentes sobre un mismo tema. Cualquier noticia que se pueda difundir por el canal televisivo “Intereconomía” será muy distinta de la que se pueda emitir en las noticias de “TV3”. Todo esto debido a las organizaciones que están detrás, y que tienen pensamientos bastante distintos. Estos se reflejan en el tipo de informaciones que llegan al público.
Con todo esto, podemos ver que detrás de todo lo que afecta a la sociedad hay una entidad, una persona o varias, un grupo social, un partido, o lo que sea, que está mediando para que se transmita SOLO lo que se quiere o lo que se tiene que difundir en ese momento, y no la verdad (con el fin de que la sociedad se enriquezca y esté realmente informada de lo que ocurre en su entorno). De este modo, a no ser que hayamos sido testigos de aquello que se está contando, y aunque sea una lástima, nunca podremos conocer la verdadera verdad sobre el mundo que nos rodea.
La última reflexión que hago es, y por mucho que parezca imposible, que todo esto, no pasa por falta de recursos, sino por incremento de intereses propios.

MARTA OLIVA ALBERT

LA SINCERIDAD EN LOS MEDIOS


Han pasado muchos y muchos siglos, años, meses, días… para llegar hasta el día de hoy, un día en el que tenemos de todo y no nos falta de nada, o casi nada. Vivimos en una sociedad en la que tener uno o dos televisores en una casa es la cosa más normal. Hasta tenemos como ejercicio  habitual la acción de coger el mando y abrir el televisor para ver que emiten. Y es así como quiero llegar al punto de que cada uno que lea esto se pregunte, ¿estamos abusando de la información de la televisión, es decir de los medios o son ellos que están abusando de nosotros?

 Una cosa que tendríamos que saber todos, es que un canal puede ser privado, es decir que se abastece de dinero privado, o un canal público, que se abastece de dinero del estado. Y es así también como cada canal tiene a la vez una ideología política.
 Esto lo explico para que todos entendamos más o menos cómo funcionan los canales televisivos.

Ahora para que se pueda ver un poco más la manipulación y las formas de algunos canales explicare un ejemplo.

Hace ya casi un mes, concretamente el once de setiembre, en la comunidad autónoma de Cataluña, casi dos millones de catalanes salieron a la calle para manifestarse. Su petición era la independencia para su nación, en ningún momento del día hubo ningún accidente ni desorden, hablo en las calles, porque en los medios sí que hubo un “pequeño” desorden.

.En el canal de Radio televisión española tv1 (abastecido por el gobierno español, en estos tiempos de la derecha popular), no pusieron la noticia como de las principales, la pusieron la quinta o la sexta, cuando en muchos canales internacionales era primera noticia, debido a su magnitud, aún más en este canal público español dijeron que eran unos 600.000, cuando realmente eran unos 1.800.000 o 2.000.000.

En cambio en el canal público Catalán (abastecido por el gobierno catalán, en estos momentos gobernado por Ciu, que apoya la independencia), dieron durante toda la manifestación un servido máximo de información i dieron toda la información posible, para que los catalanes que quisieran información pudieran ver la realidad.

El planteamiento que yo me hago es: ¿A qué punto hemos llegado en el sector informativo?
Personalmente creo que la comunicación por medios está muy manipulada por la política, y que siempre se tienen que comparar las diferentes noticias, vistas des de diferentes puntos de vista. Creo que si una noticia es lo bastante importante, se debe coger varios periódicos y comparar-los, pero a la vez teniendo siempre presente la compostura política que tiene este medio.

Me parece muy vergonzoso que algunos medios, para respaldar su compostura política, mientan o exageren sobre algunas cosas, o que lo expliquen de forma para que la gente cambie de opinión y lo esté haciendo de una manera fraudulenta, ya que les están mintiendo.

Para concluir este texto, solo quiero añadir un par de cuestiones, que me hago a mí misma y para mí son como dos incógnitas. ¿A las personas les está bien escuchar mentidas para seguir más feliz con su vida? O ¿estamos dispuestos a continuar aguantando esta manipulación?

Creo y como joven que soy, que esto tendría que cambiar.
Gracias a Internet podemos ver que la verdad también puede salir a la luz, pero desgraciadamente la televisión sigue siendo un fuerte medio, que mueve masas y opiniones. Yo des de este pequeño texto argumentativo hago un llamamiento para que la gente se informe de verdad, contraste y acepte las “noticias buenas y las malas” sabemos que no todo siempre será a nuestro gusto, así que tenemos que aprender a vivir con todo, pero remarco que el engaño no es una buena forma de vivir feliz. 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Los medios de comunicación, ¿un intermediario fiable?

La publicidad es la base de la cultura de masas, caracterizada por el flujo masivo e incesante de todo tipo de informaciones, que rige nuestros días y nuestra sociedad en general. Esta cultura de masas basada en la publicidad de la que hablamos, se transmite a partir de distintos medios de comunicación como son la televisión, la radio, las revistas….Sinceridad es un sustantivo no aplicable a los medios de comunicación. Podríamos hablar de falsedad, o para ser más correctos, de ambigüedad, y describiríamos mejor el carácter de la cultura de masas de la que queremos hablar. ¿Por qué hablamos de falta de sinceridad en los medios de comunicación?. En primer lugar cabe destacar la manipulación de la información que se lleva a cabo día tras día en nuestros medios de comunicación. La mayoría de la información que se transmite a la población de hoy en día es totalmente subjetiva y carece de razonamientos lógicos y coherentes para considerarla válida. Es una información morbosa y modificada por los grandes “energúmenos” que tienen el poder de transmitir a la sociedad aquello que ellos creen oportuno. Este hecho crea una incultura general a la población que hace que cada vez sea más receptiva a la hora de recibir la información manipulada y que cada vez le sea más fácil asimilar y creer en las barbaridades que le llegan. Es cierto que el periodismo, oficio que se encarga de los medios de comunicación, actualmente está muy degradado. Debemos saber, pero, que todo viene de la manipulación ejercida desde las capas altas de la sociedad. La represión que llevan a cabo en el campo periodístico es máxima, y los profesionales de este sector no pueden escapar de las normas que se les imponen porque entonces, automáticamente, pierden su trabajo. Paradójicamente, en el campo de los medios de comunicación, la sumisión y la mediocridad son sinónimo de triunfo mientras que la originalidad y la sinceridad son sinónimo de fracaso y muerte profesional (para no hablar de las muertes físicas que se han desencadenado al revelar una información cierta pero no deseada por los mandatarios que quieren esconder la realidad en caso de que ésta les perjudique). Por otro lado, debemos hablar de la sociedad utópica que han creado los medios de comunicación y que no se corresponde para nada con la realidad que nos rodea. Esta sociedad utópica es la base de muchos de los problemas psicológicos que atacan hoy en día a nuestra población. Los individuos creen que el poder económico es la base de la felicidad y hoy en día la falta de dinero para realizar un viaje al extranjero o para comprar un coche de lujo, es una de las causas principales de depresión en nuestro continente. Otro problema añadido, es que esta sociedad utópica está erróneamente idealizada, es decir, que transmite unos valores incorrectos y perjudiciales para la condición humana. Incita a crear un carácter morboso basado en el interés exagerado por la vida de los demás, por aspectos simples y de suma incultura, que no requieran la utilización de la razón y que no ejercen de ninguna manera nuestro cerebro. En conclusión, vemos que estamos atacados y dominados completamente por los medios de comunicación que, desgraciadamente, no nos informan sobre la verdad y sobre lo que nos rodea, que sería su principal función, sino que nos manipulan y nos engañan. Esto no tiene que causarnos un sentimiento agónico, al contrario, tiene que servir para que nos demos cuenta de nuestra situación de títeres y para que poco a poco, aportando todo lo que nos sea posible desde nuestra posición, podamos ir cambiando esta postura de sumisión para intentar que los medios de comunicación vayan abriendo, aunque sea de momento solo en algunos ámbitos, una cortina hacia el mundo real que nos es escondido. CLÀUDIA BOCHACA SABARICH

La sinceridad de los medios de comunicación


En mi opinión la sinceridad de los medios es muy relativa.                                                              Desde mi punto de vista llamamos sincero o verdad a todo aquello que vemos y se parece a nuestros pensamientos o ideales. Creo que es muy difícil conseguir hacer una separación entre objetividad y subjetividad, pero también está claro que hay una separación entre mostrar lo que se ve o únicamente lo que queremos enseñar.
Últimamente estamos viendo uno de los casos más claros sobre este tema: las manifestaciones.  La última de Madrid ha dado mucho que hablar, unos  llaman a los manifestantes  perroflautas o golpistas (como dijeron en Intereconomía) y otros los llaman los indignados dependiendo de la ideología de la persona. El problema empieza cuando emiten imágenes totalmente distintas, podemos observar a los antidisturbios pegando y aporreando a los manifestantes en un video pero en cambio en otro vemos como es el manifestante que empuja al policía, ¿qué está pasando?
La suerte que tienen los medios y las cámaras es que el espectador sólo puede ver lo que el visor muestra, así podemos llegar a focalizar una acción concreta dentro de la manifestación general, es decir, podemos enseñar lo que creemos importante nosotros y obviar lo demás. Por esta razón es muy fácil engañar al público o al lector, ¿cómo podemos saber la realidad si siempre conocemos lo que nos quieren enseñar, y no todo?
Creo que hay muchas diferencias entre los medios que muestran la realidad y los que no, porque normalmente siempre hay un tipo de medio que está a favor de la clase alta, policía y burguesía y otro que está a favor del proletariado.
También hay que decir, que hay otro tipo de engaño, no solo existe el ideológico, si no el de los anuncios. Los anuncios son una fuente de mentiras y timos creados para la venta, sin importar nada más. ¿Cómo puede ser que todos los chicos y chicas que salen en los anuncios de la televisión sean guapos? ¿Los juguetes anunciados en Navidad siempre llevan todos esos accesorios? Está claro que no, en letra pequeña si nos fijamos podemos observar cómo va diciendo: pilas no incluídas, casa no incluída y etc, etc. Eso no es ser sincero.

En esta época que estamos viviendo, la época de los medios, quizás hay un exceso de comunicación,  podemos ver la realidad desde tantos puntos de vista diferentes que muchas veces no sabemos lo que realmente ocurre, aunque por otra parte este exceso hace que nada sea obviado ya que siempre hay un teléfono móvil que lo ha grabado.
En mi opinión los medios de comunicación se mueven por intereses políticos, sociales, comerciales… Y su sinceridad no es nada objetiva, así que lo que hay que hacer es:  saber elegir de entre la multitud, aquello que moralmente creemos que es verdad.  

La sinceridad en los medios de comunicación


¿Realmente la información que nos llega diariamente es cierta? ¿Nos ofrecen un punto de vista lo más objetivo posible o son completamente subjetivos? Cada día nos informan sobre actos, eventos, noticias, etc. Ahora estas preguntas nos las solemos hacer en cuanto comparamos algunas noticias entre diferentes periódicos o canales de televisión.
Hoy en día el dinero es algo que consigue mover montañas. Detrás de muchos medios de comunicación hay intereses y tanto pueden ocultarnos detalles, noticias enteras como distorsionarnos la realidad. Quizá muchas personas no sean conscientes o no lo crean pero tenemos algunos ejemplos de gente que intento mostrarnos la realidad tal hi como es ganándose problemas con empresas, gobiernos, etc. Esto demuestra que no interesa que sepamos todo lo que nos rodea, que es mejor mantenernos lo más lejos del conocimiento de nuestro planeta y dejarnos con el mínimo para que no sospechemos de sus mentiras. Todos los medios de comunicación apoyan a un partido o a una empresa, ya sea por dinero como por ideología u otros intereses. Al tenernos, o intentarlo, engañados es más fácil que lo que nos digan nos convenza con facilidad y el no conocer nos hace más dóciles. Aun así debo decir que la ignorancia en la que nos mantienen tampoco es completa. Hay que admitir que si, que muchas cosas no sabríamos que han ocurrido o se han dicho.
En mi opinión creo que la intención de los medios no es realmente informar en la mayoría de los casos, sino convencernos de el punto de vista que defienden, muchas veces en contra nuestra. Creo que debemos aprender a leer entre líneas y no dejarnos engañar fácilmente y que si alguien quiere saber como esta el mundo o su propio país encontrara más respuestas caminando por la cuidad y sus suburbios que mirando una caja de luces.

martes, 2 de octubre de 2012

La sinceridad de los medios


LA SINCERIDAD LOS MEDIOS

Realmente cuesta encontrar, dentro de este mundo tan frío, avaro, avaricioso y conmovedor, a personas con quienes puedas confiar verdaderamente de su profesionalidad laboral a gran escala, es decir, en puestos de trabajo influyentes, como son los medios de comunicación.

El caso es que vivimos rodeados de gente que tiene la sartén por el mando,  “gente” que controla a personas mediante estos mecanismos tan avanzados, tan especializados en la comunicación y tan provechosos. Sin embargo, no lo utilizan para hacer de éste un mundo mejor, un mundo idílico, digamos, una utopía donde no se creen estereotipos, ni se manipule a las personas con la difusión de mensajes únicamente pensados por “gente” egoísta, maldita, banal, consumidas moralmente por el sistema capitalista consumista y materialista en el que vivimos. Esta “gente” ha conseguido que las personas no sepan ver quiénes son los verdaderos culpables de este gran desastre, son tan diabólicos que ni siquiera les importa ser conscientes del gran desastre que han causado. No sólo sufrimos una crisis económica, sino que también de valores.
Por eso, estoy tan sumamente defraudada con la sinceridad de los medios de comunicación, que no son más que otros sumisos a sus órdenes, y me duele en el alma ver cómo se comportan, pero lo que más pena e incomprensión me causa es cómo puede una persona llegar a convertirse simplemente en…gente.

Y para aquellos que digan, crean que estoy equivocada, es que realmente les han ganado la partida: han caído en su trampa. Se puede demostrar nomás repasando la actualidad, enterándose uno del comportamiento de la oligarquía  y de la actitud de la prensa. Es más, aquellos pocos que realmente han querido hacer bien su trabajo, es decir, la transparencia, concienciar a la población de los acontecimientos, han sido despedidos, denunciados e incluso encarcelados. Así es como habla la democracia, por la boca de “gente” que repercute sobre las personas.

Amira Farré


¿Barcelona o Lleida?

El tema en cuestión, he estado tiempo deliberándolo, puesto que se trata de elegir una dirección de mi futuro, el camino que emprenderé, y como yo, todos mis compañeros de clase que vivimos en la montaña, alejados de los urbanitas.
He llegado a la conclusión que aparte del tema y planteamiento que cada familia enfoque al asunto, la decisión va ligada al carácter de cada persona, de sus ganas de emprendería, sus expectativas, la nostalgia que uno pueda sentir hacia su pueblo, hacia su familia…
MI opinión, que no tiene por qué ser verdadera ni única, es que la gran ciudad es para gente con ganas de conocer mundo, gente con una mentalidad trabajadora, con altas expectativas; gente que ve a la gran ciudad como una puerta hacia un largo camino hacia su triunfo personal. Ahí, es cuando realmente uno es capaz de madurar y avivarse, si tener nadie al lado que recoja el despojo que uno deja detrás de su camino.
Por otra parte, Lleida seria como un escape temporal de la rutina, seria volar de un nido a otro un poco más grande, pero tampoco muy lejos, pues saben que no tardarían demasiado en regresar a su pequeño, cálido nido.
¿Hablaríamos, entonces, de personas con pocas ganas de avanzar, gente muy ligada a sus raíces? Quizá sí, pero personalmente lo asocio más a personas de carácter tranquilo, personas que se encuentran refugiadas en su propio pueblo, en su unidad familiar, y que se sienten agobiadas en grandes ciudades como Barcelona. 


Amira Farré