miércoles, 13 de mayo de 2009

La vida y la literatura

La vida y la literatura. La literatura y la vida. Dos factores íntimamente relacionados, aunque no lo parezca. Están conectados simplemente porque el ser humano lo pide, lo necesita, ya que hay quien vive de la literatura y hay quien vive la literatura.

El primer grupo, esta formado por quien vive de la literatura, es decir, los escritores. No todos, evidentemente, sólo algunos de los millones de escritores del mundo pueden vivir de ello. Un claro ejemplo de persona que está dentro de este grupo de privilegiados es J.K. Rowling, una mujer, de quien ni su nombre se sabe, por lo menos, yo no, ya que se hace llamar “Jotaká”. Ella puede vivir de la literatura, gracias a que ha tenido la suficiente astucia (y promoción de quien tiene dinero de verdad) como para conseguir hacer de su saga “Harry Potter”, una de las sagas más vendidas de la historia de la literatura. Las historias del joven mago han calado entre jóvenes y adultos y, obviamente, entre las productoras cinematográficas de Hollywood que le han llevado a la fama. Aunque no todos los escritores tienen la fortuna de estar en el grupo de quienes viven de la literatura. La mayoría de autores envidian de una forma exagerada a quienes viven de lo que para ellos es una distracción. Así que si nunca oís a alguien decir “sólo veo la literatura como una afición” no le creáis, seguro que le gustaría ser J.K. Rowling.

Por otra parte, existe el grupo de la gente que vive la literatura. Esos aficionados que tildamos de “freakies” que se disfrazan de mago para ir a una rueda de prensa de la susodicha J.K. Rowling o a la presentación de alguno de sus libros. Lo mismo ha pasado con el fenómeno literario del momento, la saga de novelas “Crepúsculo” de Stephenie Meyer. Miles de (mayoritariamente) chicas adolescentes se disfrazan y arreglan para ir a chillar como locas a multitudinarios eventos sobre la famosa trilogía.

Así que ya lo vemos, dos grupos relacionados pero no tanto, separados pero no mucho, en los que se ve a simple vista que uno está por encima del otro, que alguien es capaz de hacer con un grupo lo que a viceversa es imposible.

¿Adivináis cuál es?

1 comentario:

Teresa dijo...

Como veo que no duermes hasta que no te he comentado tu trabajo, aquí te dejo testimonio escrito de que me ha gustado y reconocimiento de tu habilidad para el juego lingüístico; eres un conceptista, un ingenioso burgués.
Tu último comentario tiene muy buenas cosas y un uso muy forzado (incorrecto diría yo) de viceversa.El resto está muy bien aunque dices poco.
Ahora sí, este será el último comentario de este curso. Espero que tengas mucha suerte y el sentido común de estudiar y trabajar más que hasta ahora.