jueves, 11 de noviembre de 2010

El impacto de los súper mercados en el comercio local


Los súper mercados, fruto inevitable de la globalización y la tecnología, son la cúspide de la centralización y el utilitarismo. Apoyados desde siempre por el mismo consumidor, la comodidad y las ventajas que ofrecen los súper mercados han permitido el crecimiento exponencial de los mismos, en especial en las urbes. El hecho de encontrar todo en un mismo sitio, con una inigualable variedad de productos y con precios bajos (resultado de la competencia capitalista y la producción en masa) favorecen tanto al comprador como al vendedor. Los supermercados son el final de una cadena de productores, mayoristas y minoristas todos relacionados entre sí para sacar el mayor beneficio de una sociedad consumista. Las apodadas multinacionales han logrado controlar la mayor parte del mercado a base de promociones, ofertas, variedad, servicio al consumidor y otras técnicas de persuasión mal llamadas estrategias mercantiles.

El verdadero reto que separa al súper mercado del éxito o del fracaso es encontrar la ubicación correcta en el espacio urbano, las multinacionales no solo poseen expertos en mercadeo sino que además han adquirido gran experiencia en los flujos de personas y los bienes raíces para poseer un control completo, de nuevo todo dirigido hacia el máximo beneficio.

Ante estos monstruos de la productividad las oportunidades del mercader local han sido pocas. Aquel humilde campesino que antes producía lo suficiente para subsistir se ha visto obligado a tomar un papel indeseado dentro de la cultura capitalista. Se ha cambiado la calidad por la cantidad, lo orgánico por lo artificial, la originalidad por la producción en masa, un duro golpe para la producción rudimentaria en la cual se basaban muchos de los productores autónomos.

Los súper mercados lo han hecho bien, han eliminado la competencia y han influido tanto en el consumidor como en el productor pequeño o mediano para caer en su extensa red. Ahora las multinacionales se componen de interminables raíces formadas por “sub-compañías” que fueron absorbidas o creadas para batallar contra los pocos rivales que les restan, las otras multinacionales.

Hoy en día, hablar de mercado local es casi un error. La economía esta tan globalizada que el precio de los productos está condicionado por la subida o caída de una moneda perteneciente a un país de otro continente al otro extremo del océano atlántico, entre otros ejemplos igual de sorprendentes como absurdos.

Al final, el impacto de las multinacionales en el comercio local se resume en la concentración de las riquezas en cada vez menos manos.

1 comentario:

Teresa dijo...

Andrés:
Nada que decir. Este texto me parece impecable; se puede decir más pero difícilmente mejor.
¡Enhorabuena!