martes, 30 de octubre de 2012

LA FELICIDAD

La felicidad es un estado de ánimo que se sucede dentro del alma de uno mismo en el momento en que realiza u obtiene un logro o beneficio. No es un estado únicamente anímico ya que también ejerce influencias en el cuerpo de la persona, tanto en el aspecto físico, exterior, como en el funcionamiento anatómico de éste. Para decir que se ha conseguido la felicidad se tiene que haber experimentado el sentimiento que desprende este estado anímico i corporal. Primero de todo hemos de remarcar que la felicidad es accesible a todos los humanos sin excepción alguna y que, por tanto, es el sustantivo y el sentimiento más justo y, a la vez, más arbitrario. Con esto estoy diciendo que, la felicidad, es totalmente relativa a la persona y al momento tanto espacial como temporal que ésta vive. Mientras que para uno “felicidad” será el logro material de un objeto o de un conjunto de posesiones físicas que le harán sentir mejor, para otro, ésta consistirá en la superación personal de un obstáculo o la llegada a una meta impuesta por uno mismo. La característica común que sí que presenta este estado es el placer beneficioso, tanto físico como anímico, que nos proporciona. Sin embargo es destacable el hecho de la fugacidad de este placer. La felicidad, comparándola con el carácter transitorio de la belleza representada en el tópico “collige virgo rosas”, es un estado efímero, que desgraciadamente se acaba y lleva consigo tiempos peores. Es por eso que existe la opinión de que la felicidad total es inaccesible, porqué el humano pasa por etapas de su vida en que, esta afirmación, es del todo aplicable a su modelo de vida. De todos modos, quiero volver a destacar el hecho de que la felicidad sea relativa. Este relativismo a la hora de acatar el término “felicidad”, puede llegar al interior de ciertos intelectos, a convertirse en un escepticismo que niegue rotundamente, como hemos dicho anteriormente, la existencia de ésta. Estaríamos delante de una actitud pesimista y del todo anti epicureista de aceptar la vida. Por otro lado la felicidad es un sentimiento que generalmente no depende sólo de uno mismo sino que depende de todo un conjunto de individuos que rodean al ser que la experimenta. Este conjunto de individuos son los que conllevan la felicidad a la persona o las que se la quitan. Como conclusión cabe recalcar que la felicidad es uno de los sentimientos más anhelados de la historia de la humanidad, para no decir el que más. Como hemos visto, es un sentimiento arbitrario y cambiante que nos produce una inquietud interior de grandes dimensiones. Hemos hablado de la dependencia social del sentimiento de felicidad, es por eso, que la superación personal de uno mismo, el crecimiento de la fortaleza interior, viene de la búsqueda de éste sentimiento, por muchos considerado “idílico”, desde el razonamiento o desde el sentir interno de uno mismo. El ser humano ha de ser capaz por sí mismo de producirse el sentimiento de felicidad , sin depender siempre de la sociedad que le rodea. Por eso como conclusión, quiero destacar que el carácter efímero, arbitrario y dependiente de la felicidad del que he hablado, no es un carácter permanente sino que puede cambiarse y, de éste cambio, depende la evolución y la complejidad psicológica y moral de cada individuo. CLÀUDIA BOCHACA SABARICH

1 comentario:

Teresa dijo...

Muy buen trabajo con pequeños "defectillos" en diferentes aspectos: ortografía (tonterías como usar "i" o poner "porqué" acentuado), uso incorrecto de palabras (" puede llegar al interior de ciertos intelectos" doblemente, porque debes emplear "EN el interior" y porque la expresión es confusa, poco clara y precisa),falta de precisión ("anti epicureísta") e, incluso algún error (¿por no repasar el texto?) como repetir "Como conclusión".
El conjunto es muy bueno pero, ahí van "esas rebabas" que hay que limar (Sólo porque sé que eres tan perfeccionista).