En estos tiempos en los que ver la televisión a todas horas
es una cosa habitual hay que mantener distraída a la población y, ¿qué mejor
que los realities shows?
Los realities son unos programas de duración indefinida (lo
que se quiera hacer durar) dónde la gente se “engancha” y no puede dejar de
seguirlos. Podríamos decir que el fundador de este tipo de programas es Gran Hermano o Big
Brother en inglés, basado en un
famoso libro llamado 1984. Podríamos
decir que este, en un principio, fue un programa sorprendente y con un
trasfondo sobre los comportamientos humanos en situaciones duras, cómo podría
ser el hambre (Supervivientes) o la humanidad. Pero, poco a poco, vemos cómo
estos dejan de sorprender y esta especie de programas comienza a elegir a
personas incultas o raras para “hartarse de reír”. Hasta que hemos llegado al
punto de Jershey Shore o Geordie Shore.
Geordie o Jershey Shore (o ya hay también Gandía Shore)
muestran todo lo contrario a la humanidad, muestran el desfase, la chulería, la
vagancia… Trata sobre unos jóvenes de entre 18 y 27 o 28 años (no hay edad
estipulada) los cuales salen de fiesta cada día para emborracharse y enrollarse
entre ellos o con otra gente sin parar, podríamos llegar a decir que parecen
animales en celo.
¿Por qué gustan estos programas?
Está claro que para que te gusten esta especie de programas
tiene que ser por: te gusta reírte de ellos, no con ellos, o te entretienen ver
como el ser humano es capaz de llegar al límite entre lo humano y lo animal o
bien, todo lo contrario, te gustaría parecerte a ellos y tener su vida.
En conclusión me gustaría decir que aunque sepamos cómo es
el programa y en que se basa y la escasez de humanidad que lo comprende, yo
mismo sé quien son todos los personajes e incluso he visto muchas veces sus
capítulos, porque saben cómo entretener, saben cómo hacer que el que lo vea se
sienta atraído por el: “¿qué pasará luego?” Y es que los realities se basan en
esto, en el futuro, en las ganas que produce mirar el después. Uno de los problemas
que, me aplicaría a mí también, es que gracias a gente como nosotros, que aún sabiendo
que especie de telebasura es lo seguimos mirando y manteniendo, me planteo si
llega un momento en el que lo miro por “reírme” de ellos o realmente es un
enganche.
La línea entre reírte de ellos y la de reírte con ellos está
muy cerca y hay que saber no cruzarla.
1 comentario:
Buen trabajo, David. En alguna parte, como la penúltima frase, complicas un poco la expresión pero, el conjunto está bien. Te añado una corrección a una frase que tenías mal:"A LOS QUE la gente se “engancha” ",
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