jueves, 11 de marzo de 2010

LA UTILIDAD DE LA CUMBRE DE COPENHAGEN

Probablemente todos los grandes logros de la humanidad hayan empezado con pequeñas conversaciones, sin mucha trascendencia en un principio. Porque para que un fuego prenda sólo es necesario que una pequeña chispa actúe en el lugar adecuado en el momento adecuado. Muchas de ellas se perderán en el aire, pero al final una, logrará como mínimo, parte de su objetivo. Así si pues es un error decir, como muchos dicen, que la reciente cumbre no ha servido para nada.

La primera chispa que prendió la esperanza en la lucha contra el cambio climático fue el protocolo de Kioto, donde se acordó a nivel internacional reducir la emisión de gases. En éste, se acordó reducir en un 8% la emisión de gases durante el periodo comprendido entre le año 1990 y 2010.

Y hace pocos meses, se celebró la cumbre de Copenhagen para dar continuidad al protocolo de Kioto. Un éxito en cuanto a la participación, pero sin llegar a un acuerdo vinculante común. Y es que a la dificultad de conseguir una reducción del 50% de emisión global de gases en el año 2050 en una sociedad tan industrializada como la de hoy en día, tendríamos que añadir las posibilidades reales que pueda tener cada país en función de su economía. Claro está, que muchos países, por mucha voluntad que puedan mostrar sobre papel mojado, no podrán recortar la emisión de gases sin la ayuda de la comunidad internacional. Y igualmente, hay acuerdos entre países más desarrollados que perjudican otros países de la misma o similar condición.

En definitiva, se puede considerar la cumbre de Copenhagen como un pequeño paso adelante cargado de buenas intenciones de los países del mundo, pero que deja un acuerdo atascado y poco definido debido a las diferencias de posibilidades de cada uno de ellos. Y a pesar de que ya se han programado dos cumbres mas para el año que viene y el siguiente, hoy en día queda claro que hay mucho camino que recorrer teniendo en cuenta que los Estados Unidos todavía no han aprobado en el senado la ley de reducción de emisión de gases.

1 comentario:

Teresa dijo...

Está bien redactado pero vigila de no ser retórica, es decir, procura no emplear expresione o palabras innecesarias sólo para embellecer el texto, sobretodo si no tienes bien claro su significado. Te ha pasado en "Claro está, que muchos países, por mucha voluntad que puedan mostrar sobre papel mojado, no podrán recortar la emisión de gases...". Tú querías decir "en teoría" o "sobre el papel" y mezclas esta expresión con la de "papel mojado" que quiere decir "inútil" o "inservible".