domingo, 14 de marzo de 2010

UTILIDAD DE LA CUMBRE DE COPENHAGUE

Sería bonito empezar diciendo que la cumbre de Copenhague (COP-15) fue un verdadero éxito, que se alcanzaron acuerdos, que ha sido un gran avance de la humanidad, pero señores, nada de nada.
La cumbre de Copenhague ha sido, a groso modo, una reunión mundial dónde se ha discutido sobre el cambio climático que la Tierra sufre. El problema de esta cumbre es que no pretendía ser una discusión sobre el cambio climático, que los científicos, y casi todo el mundo, ya da por cierto, sino que se planteaba como una verdadera cimera dónde los países se dispondrían a reducir sus emisiones de dióxido de carbono, principales causantes del cambio climático.
A pesar de sus grandes expectaciones, según mi opinión fue no solo un verdadero fracaso pro lo que al cambio climático se refiere, sino también por lo que afecta a la incapacidad de los gobiernos y los políticos de tratar seriamente un problema a escala mundial.
Lo triste del asunto es que de dicha cumbre lo único que se ha conseguido sacar es lo mismo, o proporcionalmente menos, que el protocolo de Kyoto, que data del 1997.
Así se puede ver que, mientras el cambio climático avanza, los gobernantes mundiales le dan la espalda a la Tierra, priorizando por encima de ella, el crecimiento económico de sus países.
Es decir, las potencias mundiales (China, EEUU, Rusia...), que obviamente son las que más emisiones producen, se reunieron en Copenhague planteando que sus respectivos países no podrían afrontar las reducciones de emisiones.
En esto, tampoco quedan exentos el resto de países desarrollados, que también acudieron en Copenhague con la intención de explicar lo imposible que resultaría una reducción (aunque fuera mínima).

Lo grave de la cumbre ya no es su gran y estrepitoso fracaso ante la no reducción de la emisiones, sino que ya ha quedado muy claro lo que los países están dispuestos a hacer.
En Copenhague, los políticos no fueron a presentar soluciones o alternativas, sino que, como el caso de China, acudieron allí con la intención de criticar a los otros (referente a los EEUU). Lo que ocurrió es que nadie, absolutamente nadie en Copenhague, fue capaz, ya no de dar un gran paso adelante, sino que no supieron ni avanzar un poquito.
En vez de avanzar hacia acuerdos, lo que salió de Copenhague fue una marcha atrás en relación al tema que se tenía que haber tratado verdaderamente.
Queda claro, entonces, que la cumbre de Copenhague no hizo nada más que propaganda barata de “intenciones de pacto mundial” y de la clara ineficacia por parte de políticos, gobiernos y científicos de conseguir llegar a un mínimo acuerdo.

Con todo esto señores, veo un futuro muy oscuro, lleno de dióxido de carbono, con gobiernos desesperados ante una situación irremediable, con lloriqueos hacia lo que se podría haber hecho y con, obviamente, ninguna solución.
Como bien enseñaba la pancarta gigante de “Greenpeace” con las caras de los principales dirigentes mundiales, “podríamos haber hecho algo, pero no lo hicimos”.

1 comentario:

Teresa dijo...

Está muy bien redactado aunque en un texto tan largo es normal que cometas algún error.
En primer lugar, no se me ha escapado el uso de la locución latína (¡pillín!)y que la has empleado con acierto aunque no correctamente pues se dice "groso modo" SIN "a".
En algún otro lugar se te ha escapado el catalanismo "cimera" aunque más adelante has utilizado la forma correcta en castellano: cumbre.
El error gramatical más importante se da en la oración que te copio a continuación y es un error de concordancia, a ver si lo encuentras:"Queda claro, entonces, que la cumbre de Copenhague no hizo nada más que propaganda barata de “intenciones de pacto mundial” y de la clara ineficacia por parte de políticos, gobiernos y científicos de conseguir llegar a un mínimo acuerdo."
Finalmente, no se dice "con ningún acuerdo" sino "SIN ningún acuerdo"
Por lo demás, el tema está bien tratado y tu opinión bien estructurada y clara.