lunes, 24 de enero de 2011

EMANCIPARSE

Cuando hablamos con alguien que cursa un curso anterior a nosotros o aún más pequeño y hablamos sobre la marcha de los estudiantes de segundo de bachillerato a Lérida o a Barcelona, entre otras ciudades, nos comentan que tienen una envidia sana, con lenguaje vulgar: “tenemos mucho morro”.
A los quince años, es decir cuando tenía que estudiar cuarto de ESO, tuve la “suerte” de comprobar en primera persona que es el vivir sin tus seres queridos cerca y lejos de todo aquello que tiempo atrás había sido toda tu vida.
Desde mi punto de vista, puedo confirmar que al principio es todo muy bonito, que si haces lo que quieres, prácticamente nadie te controla, entre otras muchas cosas. Pero al cabo del tiempo todo se va poniendo en su sitio y la cruda realidad tiene una palabra: añoranza.
La añoranza es el gran problema que tenemos los jóvenes estudiantes al emanciparnos. Uno podrá hacerse el valiente y decir que está mucho mejor sólo, pero no es verdad, como en tu casa no se está en ningún sitio, como en el bar del pueblo mirando el fútbol con tus amigos no se está en ningún otro bar y como correr en el monte no se corre en ningún sitio.
El gran problema también cuál es? La pereza. En casa lo tienes todo hecho, llegas a las nueve de la noche y si no tienes la cena en casa le metes la bronca del mil a tu pobra madre, cuando lo más normal sería ayudarle a hacer la cena.
El año que viene, “se nos ha acabado el chollo”, la cena te la harás tú, te lavarás la ropa tú, plancharás, limpiarás el suelo, fregarás los platos y a la postre tendrás que estudiar. Visto desde este punto nadie quiere emanciparse no? Pero es lo que hay, si no estudiamos ahora, no lo haremos nunca más y los trenes están para cogerlos, así que el año que viene, todos los que podamos, a emanciparse se ha dicho!

Ferran Bochaca

1 comentario:

Teresa dijo...

Es un buen texto que va de menos a más. Tiene un defecto importante que es el nivel del léxico: tienes que hacer un esfuerzo por evitar palabras coloquiales porque ahora no estás hablando, estás haciendo un texto argumentativo y tiene que notarse en un estilo más formal.