jueves, 13 de enero de 2011

Emanciparse

En el momento dado en que un adolescente llega a la edad de diecisiete o dieciocho años empieza a manifestar un cierto interés por independizarse y de esta manera marcharse de su hogar para ir a vivir fuera, normalmente a una ciudad lejana.

Emanciparse es un cambio duro y difícil al principio, pero termina siendo una experiencia muy positiva. Hoy en día vivir junto a nuestros padres en la mayoría de los casos representa tener muchas comodidades, ellos nos preparan la comida, nos lavan la ropa, hacen la limpieza, etc. En el momento en que un adolescente deja de vivir con sus padres tiene la responsabilidad de llevar a cabo dichas tareas, siempre necesarias para poder vivir en buenas condiciones y convertirse en una persona ordenada.
Marcharse a otra localidad también incluye conocer personas y entablar nuevas amistades.

Pero como todo, emanciparse tiene una parte negativa. Sobretodo en los primeros meses se echa de menos a personas cercanas, así como familiares y amigos. También se echa de menos muchos aspectos del pueblo donde has vivido siempre, los lugares que te hacían sentir mejor y donde pasaste muchos momentos entrañables, su tranquilidad, etc.
También es dificultoso encontrar un nuevo espacio en el que te sientas a gusto y puedas ejecutar cualquier actividad, ya sea hacer un trabajo o leer un libro con total tranquilidad como hacías antes en el hogar de siempre.

En conclusión, creo que emanciparse es una experiencia muy positiva, ya que te convierte en una persona autosuficiente y ordenada, aunque hay que acostumbrarse una serie de dificultades que desde mi punto de vista con el paso del tiempo se superan.

1 comentario:

Teresa dijo...

¡Muy buen trabajo! Sólo un par de construcciones con errores: "En el momento en que..." va sin "dado" (¡este fútbol!!) y "hay que acostumbrarse A una serie de...".
Muy ordenado y cohesionado.