sábado, 29 de enero de 2011

¿Universidad pública o privada?

Muy pronto la mayor parte de mis compañeros y yo vamos a adentrarnos de lleno en plena vida universitaria. Esto es, en consecuencia, un momento de duda y de tomar decisiones. Pero si bien muchos tenemos suficientemente claro qué modalidad queremos estudiar y en que conocimientos queremos formarnos, no todos tenemos tan claro en qué universidad vamos a inscribirnos. Con esto, existe un clásico (pero no por eso menos importante) debate, en el que nos vemos obligados a participar tanto estudiantes como padres: ¿universidad pública o privada?

¿Cuál universidad es mejor para educar a mis hijos? ¿Dónde serán mejor formados? ¿En cuál de las dos van a sentirse más cómodos? Éstas y otras muchas preguntas empiezan a surgir en nuestras mentes y por desgracia no siempre tenemos una respuesta clara. Sin embargo, muchas veces hemos oído afirmar algunas proposiciones como que en la universidad privada es mucho más sencillo encontrar trabajo o que es en la universidad pública donde se encuentran los profesores mejor dotados. Pero, ¿cuál es mi opinión?

Mi posición respecto al tema es bastante clara y contundente, ya que soy totalmente reacia a los estudios privatizados tanto en escuelas como en universidades. Antes de nada quisiera dejar claro que en esta argumentación no voy a objetar sobre razones económicas, ya que considero que está suficientemente clara ambas diferencias económicamente hablando entre pública y privada. Las principales razones que me llevan a escoger una universidad pública antes que una privada son las que siguen: personalmente creo que pagar más dinero a alguna identidad signifique que vas a ser mejor educado, ya que la educación de cada uno depende de sus profesores y de su propia personalidad. En otras palabras, considero que los profesores de las universidades públicas están suficientemente capacitados para dejar en sus manos la formación de los futuros trabajadores. Por supuesto que en todos sitios hay excepciones, pero no me parece racional desvalorar a un profesor que, como todos, ha realizado unos estudios y ha superado unas oposiciones. Otro punto a tener en cuenta es que muchas personas creemos que los estudiantes de una privada salen con un trabajo asegurado debajo del brazo. Esto, posiblemente, sea la mayor parte de las veces verdad, ya que las universidades privadas cuentan de un gran número de contactos empresariales. Sin embargo, no por eso debemos pensar que después de estudiar en una pública no vamos ha encontrar empleo, ya que en la gran mayoría de empresas y puestos de trabajo requieren personal cualificado que haya realizado sus estudios en una pública, donde todos los alumnos parten de la misma base y no hay diferencias económicas que puedan influir en la percepción del alumno por parte del personal docente. Un punto a favor de la privada recae sobre sus instalaciones, ya que mayormente está mejor dotada de material innovador. Pero por el contrario, todo lo que hace referencia a becas, estudios al extranjero i relaciones entre otras universidades españolas está mucho mejor regulado por las universidades públicas, ya que cuentan con mayor cantidad de ayudas gubernamentales. Es cierto que en la universidad privada la atención por parte del profesorado a los alumnos está mucho más personalizada que en la pública. Esto, en parte, es positivo, ya que favorece la implicación del alumno en sus tareas y incrementa su motivación, pero por otra parte, la vida universitaria es mucho más que ir a clase cada día, y en una privada, posiblemente los alumnos se verán reducidos a esto y se estarán perdiendo muchas oportunidades magníficas de conocer mundo, gente y madurar como personas.

Básicamente por estas razones considero que estudiar en una universidad pública es de lo más recomendable y, en el caso de poseer dinero, es mucho mejor gastárselo en otra cosa que en inscribir a nuestros estudiantes en universidades privadas, de las cuáles, posiblemente, saldrán mucho menos concienciados del mundo que les rodea y de sus dificultades, con lo que se llevaran una mayor conmoción cuando tengan que salir a buscar faena por su propio pie.
Lídia Puyals Boix

1 comentario:

Teresa dijo...

¡Buen trabajo, Lidia!
Por cierto que, en vez de "desvalorar" debes emplear "menospreciar".