lunes, 21 de febrero de 2011

¿Quién quiere tener un millón de amigos?

El otro día escuché una canción muy conocida que tiene ya unos años, se llama “yo quiero tener un millón de amigos” de Roberto Carlos. La conocéis, ¿a qué si?
Me impactó el hecho de tomar su título como un hecho no metafórico, es decir, realmente queremos tener un millón de amigos?
Yo, realmente no. Los amigos exigimos tiempo! Somos cómo los perros: queremos que nos saquen a pasear, que nos presten atención y que pasen tiempo con nosotros.
Hoy en día, esto no es posible. El sistema en el que vivimos nos exige estar ocupados la mayor parte de nuestro día. Los empresarios, trabajadores, autónomos, estudiantes.. y un largo etc. se levantan por la mañana con un largo y costoso día por delante.
Se emplearán varias horas en desempeñar las diversas tareas que uno tiene programadas durante el día, así que poco tiempo queda para dedicar a sentarnos en un bar a tomar unas cañas y unas tapas con nuestros amigos.
Por lo tanto, esto de tener un millón de amigos ya no es un aspecto deseado por nadie. No tenemos tiempo suficiente para poder pasar un rato con los amigos, siempre tenemos varias tareas más importantes que desempeñar.
Se dice que el ser humano es un ser que necesita del resto de la comunidad para poder seguir adelante, es un ser social. Yo creo que cada día que pasa esta estructura se está cayendo más rápidamente. Las personas nos volvemos más individualistas, y con ello aumenta nuestro sentido feroz que nos incita a no depender de los demás.
Cabezas que se imponen sobre los demás: los mayores desastres que se están dando delante de nuestras narices se producen por la falta de sentido de comunidad, es decir, son los hijos de la individualidad.
Con los tiempos que corren, es difícil de mantener éste espíritu de unidad que caracteriza al ser humano, y aunque no queramos tener un millón de amigos, es importante que no nos dejemos llevar por la individualidad que quiere el sistema capitalista.

1 comentario:

Teresa dijo...

Un tema muy original aunque tal como lo tratas no nos queda claro, a los que lo leemos, si no quieres o sí quieres tener un millón de amigos porque primero afirmas no quererlos pero luego defiendes las relaciones sociales frente al individualismo.