miércoles, 6 de abril de 2011

ALARMA NUCLEAR EN JAPÓN

A principios de marzo de este año ha ocurrido una de las peores catástrofes de la historia: el terremoto y el posterior desastre nuclear en Japón.
Ambos problemas no solo están afectando a la nación japonesa, sino que está teniendo impacto mundial, sobretodo en los sitios más cercanos al reactor de Fukushima.
En mi opinión, lo que ha pasado en Japón, una de las potencias mundiales, debe hacernos recapacitar si la energía nuclear será realmente viable a largo plazo y va a hacer que los gobernantes fomenten las energías renovables, las cuales han quedado marginadas desde su creación.

En primer lugar, hay que remarcar que la energía nuclear es más cara que el resto de energías, aunque parezca una necedad. Supongo que pensaréis que se ha hecho un mal cálculo, teniendo en cuenta lo barato que resulta obtener energía rápida y cuantiosa, pero si contamos todo el dinero que se puede llegar a perder a causa de un accidente nuclear, sabréis que la energía nuclear puede acabar con nuestros recursos más apreciados y necesarios, por tanto, producir un decrecimiento importante del PIB y la consiguiente inflación.

En segundo lugar, se debe tener en cuenta que el uranio y el plutonio no van a durar hasta la eternidad, es decir, la energía nuclear no es sostenible para nuestro planeta y es una energía no renovable, por tanto, si no acabamos con ella pronto, pagaremos un precio más alto en el futuro, un precio material e tangible y un precio que quedará etiquetado en la salud de nuestros seres queridos y en la de nosotros mismos.

Aunque todos nosotros dudemos de la capacidad de las energías limpias, debemos cambiar nuestra manera de pensar para fomentarlas y mejorarlas,entonces, crearemos maneras de obtener energía mejores para el globo y para nosotros mismos.
Por lo tanto, no se puede dudar de la capacidad de una especie que ha conseguido viajar por el espacio desde hace 50 años.
En este cambio de perspectiva, hay que incluir el ahorro de energía. Si todos nosotros reluciésemos el gasto eléctrico, acabando con el gasto nocturno inútil, por ejemplo, no haría falta producir tanto ni invertir sumas tan sustanciosas en energía.

En conclusión, la alarma nuclear en Japón cambiará nuestro modo de ver el mundo, haciéndonos ver que no todo lo que parece barato lo es en realidad y que si la humanidad es tan inteligente como todos decimos, no habrá ningún problema en optar por la energía limpia, la cual pide a gritos su puesta en escena.

1 comentario:

Teresa dijo...

Está bien aunque parec e que esta vez has optado por un estilo más coloquial: "pensaréis que...". Nada que objetar mientras no disminuyas el rigor en el vocabulario; por ejemplo, mejor evitar expresiones demasiado utilizadas como "pedir a gritos"