Intereses

Vivimos atrapados en una sociedad consumista, que nos bombardea continuamente con publicidad de dudosa veracidad, pero que entra por nuestros sentidos como si se tratase de la miel más dulce. De esta manera se ha formado una burbuja consumista que orbita alrededor de los caprichos y los intereses personales, así como la moda, los deportes o cualquier otro tipo de ocio de masas. Actualmente, cualquier interés que se salga un poco de los límites establecidos por la sociedad tiende a considerarse raro o anormal, solo porque no sigue las pautas convencionales.

Si preguntásemos a cien personas de distintas edades por las calles cuales son sus mayores intereses, pocos serían nombrados solo una vez… Mi pregunta es, en estos casos, si teniendo un mundo tan grande, con un número de culturas tan extenso y teniendo en cuenta la globalización ¿porqué tenemos que limitar nuestros intereses? No es sano que, pudiendo descubrir cada día un interés diferente, nos encasillemos en gustos que seguramente cambiaran con el tiempo y no busquemos más allá.

El estudio de una cultura diferente, lecturas fuera de lo común, aficiones que no nos inculca la televisión, etc. son intereses que nos abren muchas puertas diferentes a las ya abiertas por otros. Aunque es difícil de creer para algunos, existen personas a las que no les gusta el fútbol, la moda o ver la televisión, si no que se interesan por otro tipo de cosas diferentes que la gente tacha de extrañas.

Por suerte, cada día la sociedad se abre más, y poco a poco van desapareciendo tabues, la gente descubre cada día cosas nuevas y se aleja de tópicos ya más que usados y no se avergüenza por ello. Por eso creo firmemente en que cualquier cosa puede ser interesante, por muy extraña, diferente o anormal que parezca en un principio.