¿BARCELONA O LÉRIDA?

Estamos terminando el bachillerato, y tenemos que empezar a pensar en nuestro futuro, que ya es próximo. Estamos cursando 2ndo de bachillerato y vivimos en un pueblo pequeño del Pirineo, La Pobla de Segur, y solo hay escuela y instituto. Para seguir estudiando, para ir a la universidad, tenemos que marcharnos.

Aquí empieza el debate, ¿dónde quiero ir?

Barcelona y Lérida son las dos ciudades con universidades que están más cerca. Entonces el debate está en: ¿Barcelona o Lérida?

Para empezar, Lérida es una ciudad más pequeña que Barcelona, es una capital de provincia. De este modo apreciamos que es más familiar, es un lugar donde la gente aún se conoce y por esto, tal vez, donde no notemos mucho el cambio de pueblo-ciudad. No por ser una ciudad pequeña tiene menos ambiente y actividades; al contrario, en Lérida hay muchas cosas para hacer y al estar los estudiantes, mucho ambiente. La verdad es que en los últimos años, el ampliar el número de carreras, ha hecho que haya más alumnos universitarios en la ciudad, y por lo tanto, ha influido en el hecho de que haya ido mejorando y se haya convertido en una buena ciudad universitaria. A parte, está más cerca de nuestro pueblo, y hay medios de transporte públicos que hacen el trayecto (aún que con los recortes, los horarios no son muy buenos, ya que solo hay un bus de ida y uno de vuelta), que al tratarse de una ciudad más cercana, y de no ser una gran capital, el precio no es tan alto comparado con el transporte des de otros puntos.

Pero, también tiene puntos en contra, que se pueden plantear. Uno de los problemas que tiene Lérida, es su clima: en invierno hace mucho frío y al estar en una zona baja, en un llano, muchas veces está el cielo cubierto por la niebla y en días no se ve el sol. A parte, en verano hace bastante calor. También, al no ser una gran ciudad, aún no abarca todas las carreras que se pueden encontrar en Barcelona, y aunque esté mejorando mucho en los enseñamientos universitarios, son más reconocidas las universidades de Barcelona.

Por otro lado, Barcelona, es la capital de Cataluña, es una ciudad grande y con mucha actividad. Al ser una gran ciudad, en el tiempo libre tienes muchas cosas que hacer, y muchos lugares que visitar. Tiene más de una universidad, puedes escoger (puede influir la nota que saques en la selectividad) y en todas, el rendimiento es muy bueno. A parte, en las universidades barcelonesas encontramos todas las carreras.

Al contrario que Lérida, Barcelona tiene un clima bueno, en invierno no hace mucho frío, aunque en verano acostumbran a subir bastante las temperaturas, pero en verano la gente tiende a volver a sus pueblos.

Los puntos negativos que tiene Barcelona es que  está más lejos de Pobla. Al ser la capital, Barcelona está bien comunicada, tiene transporte público que llega hasta los pueblos del Pirineo, al igual que Lérida, pero al estar más lejos y al tratarse de la capital, el coste del viaje es mayor. Por no hablar del número de horas que pierdes por  hacer el trayecto.  Y otro punto negativo es que al ser una ciudad tan grande, te sientes ajeno a todo el mundo y a todo lo que te rodea, la diferencia pueblo-ciudad, es mucho mayor que en Lérida. A veces, por qué Barcelona es una ciudad turística en la que en todas las épocas del año hay extranjeros visitando sus calles.

De este modo, des de mi punto de vista, no hay una ciudad mejor que la otra, los dos destinos son buenos y tienen sus problemas y sus cosas buenas. Entonces cuando ya se saben las cosas que tiene de bueno una y otra, y al mismo tiempo que  tienen de malo (todo esto cada uno lo mira des de su perspectiva) es el momento de valorar y escoger. En general, la ciudad que elijamos simbolizará un cambio para nosotros y nos ayudará a crecer como personas, porque el ambiente de ciudad ya es diferente al que  estamos acostumbrados, y esto nos enseñará, de esta experiencia aprenderemos mucho.

En resumen, no hay una ciudad mejor que la otra, y de esta forma, tenemos que ser conscientes que elijamos lo que elijamos, tenemos que pensar en nosotros y en nuestro futuro. 

MARTA OLIVA ALBERT