jueves, 24 de marzo de 2011

Profesores ineptos

Profesores ineptos
La docencia es uno de los papeles más trascendentales dentro de nuestra sociedad, de los profesores y de la metodología de estudio dependen las generaciones futuras para forjar un país desarrollado y con un porvenir sostenible. La educación ha tomado gran protagonismo en el ámbito internacional, dentro de la Unión Europea se puede notar gran preocupación por la formación tanto de las juventudes como de los trabajadores que buscan mejorar su campo académico. Innovaciones como el Proceso Bolonia y las últimas grandes reformas que ha vivido España desde los inicios de la democracia han permitido un importante avance en las técnicas de enseñanza, de la misma forma que se ha sumergido a los alumnos en el creciente proceso de globalización que se vive hoy en día.
Las técnicas de enseñanza, la metodología y la introducción de herramientas nuevas como el internet garantizan al estudiante un mundo de conocimiento del cual podrá nutrirse, claro está, con la ayuda del profesor.
Aunque la intención es lograr que el estudiante pueda formar una conciencia de estudio y cierta independencia dentro de los medios de información, así como un carácter crítico y objetivo, es el profesor quien tiene más responsabilidad en la formación del estudiante como persona ética y académica. El papel de los docentes marcará la personalidad del estudiante por lo que este primero debe cumplir con ciertos requisitos de calidad, no solo en el ámbito del conocimiento, sino también en el aspecto personal y en la interacción social. Es ahí donde muchas veces falla el profesorado. Ya sea en la falta de conocimientos o por la dura relación que puede darse entre estudiante y profesor, en algunos casos la educación no está logrando el objetivo deseado. La incompetencia, muchas veces presente en los profesores, conlleva a un mal desarrollo del estudiante, a un desarraigo de este frente a los estudios, así como una mentalidad equivoca que se puede extender a lo largo de su vida. Teniendo en cuenta que el estudiante debe poner su parte dentro del proceso de aprendizaje un profesor mediocre podría llevarlo no solo a un fracaso escolar inmediato, sino a un cambio a nivel estructural de la persona en sí.
El papel de los profesores es uno de los más nobles de la sociedad, siendo estos los encargados de tejer el futuro encarnado en los estudiantes. Pero, como en todo, se debe exigir un mínimo de competencias, un mínimo de voluntad y un mínimo de conocimiento para que el provecho de las clases sea siempre el máximo y el resultado sean personas hechas y derechas preparadas para una sociedad implacable. Lo que no puede ser es que el trabajo del profesor sea tan deplorable como para limitarse lectura de los libros de texto (cosa que se ve a menudo), en cuyo caso el estudiante directamente podría prescindir de su tutor.
Es imperdonable que se arruine el camino de un joven estudiante por culpa de un profesor inepto, como también es inaceptable que se menosprecie el arduo trabajo de los educadores por sacar adelante una generación.

~Andrés Restrepo A.~

1 comentario:

Teresa dijo...

Nada que comentar, Andrés y no es porque no ponga ganas en comentar vuestros textos sino porque redactas muy bien. Así que no me queda más que felicitarte por tu trabajo y pedirte que sigas así y no te relajes ahora que ya estamos en la recta final.