sábado, 12 de enero de 2013

LA AUTENTICIDAD DE LA NAVIDAD



Por lo que a mi concierne, considero la Navidad como un negocio perfecto del consumismo. No obstante, no desacredito la parte bonita y humana de la Navidad, puesto que en este sentido yo también estoy de acuerdo con las fiestas navideñas, pero no creo que eso baste, no veo que sera un motivo lo suficientemente sólido como para seguir festejando de la manera en la que se hace.
La Navidad sirve para que las familias de reúnan, para que estemos con nuestros amigos más querido y nos lo pasemos en grande. Cuando llegan estas fechas, todo parece cambiar radicalmente; de repente todo es maravilloso y nos olvidamos de todo lo demás. A veces parece que nos olvidemos que somos personas y necesitamos tener grandes momentos, disfrutarlos de estos con los nuestros y desconectar del mundo exterior. En este sentido la Navidad es como el descanso mental en un cuerpo habituado al trabajo y a la rutina, a la monotonía y al aburrimiento.
La otra cara digamos, más "oscura" de la Navidad sobresale mucho más en época de crisis: el consumismo innecesario y la hipocresía programada.
Parece ser que el sistema capitalista se pone las botas cuando llega diciembre, y se aprovechan de la ilusión que la gente siente por esta llegada. Puedo llegar a comprender lo atractiva que es la Navidad, con sus decoraciones, cancioncitas, la ilusión en el rostro de los pequeños y todas esas comidas deliciosas. Pero lo que mi mente, mi raciocinio, mi moralidad o lo que sea, no puede llegar a entender, es esta avaricia y aprovechamiento  de los grandes comercios y almacenes. La gente se gasta que lo no puede, y ¿para qué? Personalmente considero que los regalos, el aprecio, el mostrarle cariño a una persona debe hacerse el día a día, no por una costumbre determinada por la sociedad y , sobretodo, por el capitalismo. En Navidad, todos nos queremos entre todos, pero cuando el día 1 de enero llega, todos nos olvidamos de todos. ¿Es eso espíritu navideño? ¿Y qué hay de todas esas familias que se juntan por obligación y compromiso? No creo que el fin de estas fiestas sea la avaricia y la hipocresía, sin embargo, nadie puede negar que sí ha derivado a esto.
Aun así, todo lo dicho es tan solo una simple opinión, aunque creo que bastante justificada. En mi casa, celebramos la Navidad, con la sencilla explicación de la ilusión que le causa esto a mi madre, el ver la familia unida, los decorativos, las comidas... Supongo que se trata de compromiso y aunque me duela decirlo, también estamos en ese sentidos marcados por la sociedad. Eso si, el año que estuvimos mi padre y yo solos, no hubo nada para celebrar.

1 comentario:

Teresa dijo...

Buen trabajo, Amira. Hay errores de estilo que corregir: tendencia a emplear "en este sentido" innecesariamente, algún "como" incorrecto (Navidad es como el descanso mental...), alguna concesión a lo coloquial "ponerse las botas" que choca con el nivel alto del resto. Pero, son detalles de estilo, por lo demás, está muy bien.