jueves, 17 de enero de 2008

INSTITUTO MISTERIOSO


Me pareció extraño no encontrarme a nadie mientras subía las escaleras, pero no le di la menor importancia. Ese día me sentía triste, sola, no podía dejar de pensar en Miguel, mi novio, que había tenido un accidente de coche el día anterior, supongo que por ese motivo no me di cuenta de que estaba realmente sola en el instituto.
Subí las escaleras despacio y pensativa. Al llegar a la clase me senté, miré a mí alrededor y aún no había llegado nadie. Me dirigí a la clase que había justo al lado, pero tampoco había nadie, a si que decidí dar una vuelta por el instituto.
Todo el instituto estaba muy oscuro. Cuando me acerqué a una ventana para subir la persiana me fijé que todas las cuerdas de las ventanas estaban cortadas.
Aquello me asustó bastante. Empecé a andar más rápido hacía la salida, al llegar no podía abrirla, ¡estaba cerrada!
Me senté en el suelo y puse mí cabeza encima de las rodillas, un mar de lágrimas empezó a resbalar por mis mejillas sin que yo pudiera controlarlo. De repente oí un ruido muy extraño que me sobresaltó. Me levanté despacio para no hacer ruido, pero ya era demasiado tarde. Una sombra oscura y muy extraña se me acercó lentamente, hasta que pude fijarme de que era un hombre.
Empecé a correr como nunca lo había hecho, sin saber hacía donde me dirigía, solo oía los pasos de aquel extraño detrás de los míos.
Sin darme cuenta estaba en los dormitorios del antiguo internado, entré en la primera habitación y me escondí. Al cabo de un rato no oía nada, pensaba que aquel extraño ya se habría ido, así que decidí salir de mi escondite. Abría la ventana para saltar a las escaleras de emergencia y así huir de aquel infierno, pero de repente noté como una mano me agarraba por el cuello tirándome al suelo con fuerza.
Al acercarse pude ver quién era realmente. Era Alfredo, el antiguo secretario de dirección que había sido despedido y encarcelado por el asesinato de una alumna. Al verlo noté como todo mi cuerpo se estremeció de terror.
En un acto de valentía cogí el cuchillo que llevaba junto el cinturón y se lo clave en el pecho, salté por la ventana y me fui por las escaleras de emergencia lo mas rápido que pude. Al cabo de una hora el instituto estaba lleno de policías, Alfredo fue detenido y encarcelado otra vez.
Nunca supimos nada de los demás alumnos ni profesores del instituto.

1 comentario:

Teresa dijo...

Está muy bien en general aunque puestos a encontrar cosas mejorables intentaría no abusar de las frases simples y combinarlas con algo más de subordinación. Otro aspecto es el de los tiempos verbales, alguna concordancia falla "Al acercarse noté que mi cuerpo se estremecía" en vez de "se estremeció".
Finalmente, tienes un dequeísmo "fijarme de que..."