domingo, 8 de febrero de 2009

Tocahueving rural

Estos últimos meses está apareciendo una nueva expresión en nuestro vocabulario: “móbing rural”. No hace falta ser licenciado en filología para saber lo que significa. Se puede decir que es la voluntad de acabar con trabajos de campo y tradiciones de pueblo que se han hecho desde que el planeta tierra es redondo.

En una inmensa mayoría de los casos, el perfil de la persona cuya voluntad es acabar con las actividades rurales es el de alguien urbano, esnob y que pasa poco más de un mes en tierras campestres. Estos individuos se quejan de que las campanas suenan demasiado temprano por la mañana, de que las ovejas hacen ruido por la noche o de que los excrementos del ganado huelen a eso, a excrementos del ganado.

El hecho de que sean grupos de personas que no viven permanentemente en un pueblo los que se quejen es el mayor problema. Su deseo es “urbanizar” las zonas rurales. Si por ellos fuese en Pobla habría un Corté Inglés, un Dunkin’ Donuts y un Zara y, por supuesto, no sonarían las campanas a las ocho de la mañana ni pasarían por el pueblo los animales para hacer la trashumancia.

La idea de que haya habido casos de denuncias a los ganaderos y que se haya llegado a cerrar una granja por el olor que desprendían los pollos que había en ella lo encuentro totalmente descabellado. A lo mejor es porque muy listo no soy, pero no puedo llegar a entender que se la pasó por la cabeza al juez que dictó que una granja debía ser cerrada por el olor de sus animales.

Si alguien tiene poco derecho a quejarse son, precisamente, estos urbanitas, el ruido de cuyos coches molesta más que las campanas de una iglesia, cuyas empresas contaminan más que las ventosidades de una vaca y cuyas ciudades huelen peor que una granja de pollos.

Y es que como yo siempre digo, si algo se nos da bien es quejarnos, pero, por lo que parece, los de ciudad nos superan de calle a los de pueblo.

1 comentario:

Teresa dijo...

Una vez más un comentario muy bien resuelto. Muy buenas las construcciones "si alguien..."
Pero yo estoy para que mejores y me parece ver alguna cosilla:
En el primer párrafo "hecho" es demasiado general y vago, mejor practicado, realizado...
En el cuarto párrafo, las denuncias y sentencias contra los granjeros NO son una "idea" son un hecho y tendrías que montar el párrafo de otra forma para no coincidir con el tercero que también comienza: "El hecho...". Tampoco "descabellado" me parece el adjetivo más adecuado para una sentencia que ya es firme, sería mejor inconcebible o inaceptable o absurda...
Y hasta aquí, no hace falta ser filólogo para ver que modificando estos puntos el texto te quedará "de ... narices"