viernes, 5 de febrero de 2010

La generación Disney

Desde el primer corto animado de la historia del cine, Steambot Willie (1927), en que un Mickie Mouse en blanco y negro se enfrentaba al malvado capitán Pete, con la ayuda de su divertido loro y la simpática ratoncita Minnie, hasta las últimas superproducciones como UP (nominada a 5 Óscar), se han mantenido en vilo en frente del televisor generaciones y generaciones de niños encandilados por la magia y el magnetismo de Disney. 26 premios Óscar, más de doscientos largometrajes, y sobretodo la devoción y entrega de miles de niños avalan a esta gran compañía de entretenimiento. Además, su éxito cinematográfico se complementa con Parques temáticos, cadenas de televisión, emisoras de radio y una gran variedad de productos a la venta (desde juegos y aparatos electrónicos hasta alimentación).
No obstante, el mayor logro de Walter Elias Disney, fundador junto con su hermano Roy de The Walt Disney Company S.A, son y siempre serán sus primeras películas. No crean por eso, que pretendo desmerecer al recién aparecido Up, conmovedor largometraje de Disney para todos los públicos, o a otros títulos modernos como Monstruos S.A., la serie Hanna Montana o el exitoso musical High School Musical. Pero, traicionando un poco lo dicho, pienso que avanzan demasiado marcados por la estética actual: el sensacionalismo y frivolidad de los mass media, la telebasura, Belén Esteban, la demagogia informativa, el analfabetismo y la ignorancia (extremadamente relacionados con los anteriores)... Las primeras obras de Disney inculcaron a las diferentes generaciones de niños unos valores muy diferentes a los de “si quieres triunfar di soeces en televisión” o “centrate en acumular objetos, como más inútiles mejor”.
Sino es así, ¿por qué lloramos todos viendo Bambi?¿Por qué empezó a despertarse en nosotros un profundo odio hacia los cazadores? ¿No fuimos todos de alguna manera, esa sirenita con una inexplicable nostalgia por el mundo exterior que no conocíamos?¿No quisimos volar como Peter Pan y no hacernos nunca mayores? ¿Es que no aprendimos nada acerca de la amistad en Tod y Toby o en El libro de la Selva?¿No nos conmovió el amor entre Pocahontas y el bravo John?¿Negariais que Dumbo, la Bella y la Bestia o el Jorobado de Notre Dame no nos enseñaron a valorar el caracter de las personas más allá de su físico?
“Para el carro chico que te emocionas”. Culpa de mi amigo Walter también, me hizo soñar demasiado. Pero hoy por hoy, y mirándolo desde la perspectiva de un muchacho adolescente pero formado, me doy cuenta que Walt Disney sembró la semilla para que naciera Belén Esteban (en sentido figurado claro), para que apareciera Telemadrid tal como es, y por ejemplo, para que las niñas quisieran ser princesas (como canta Sabina).
Me explico ejemplificándolo, porque así será de más fácil comprensión. Cuando, la Blancanieves, explotada y envidiada por su madrastra, canta la canción que da comienzo a la película, podemos entender esto: Si deseas algo con fuerza, puede cumplir-se. Y una leche! Si quieres conseguir algo trabaja, esfuérzate y dedícate al máximo. No esperes milagros, porque en Lourdes tienen overbooking. Sigo. La madrastra, envidiosa, posesiva, violenta, vanidosa y además bruja, es tremendamente mala. Mientras, Blancanieves, es perfecta, la más bella del reino, incluso vestida con harapos. Entonces, no me extraña que los niños no entiendan porque en la segunda guerra mundial no hubo ni buenos ni malos... Más argumentos: Cuando la susodicha llega a la humilde morada de los enanos, en lo primero que piensa es en lo sucio que esta todo. Ni corta ni perezosa, diseña un ambicioso plan de limpieza, en el que incluye a los animales. Curiosamente, los animales que toman parte activa en la limpieza son hembras con largas pestañas y ojos saltones (¿Ya existía el Rimmel?) y los machos, con rasgos más masculinos, se dedican a arduas tareas como insuflar agua de la fuente o servir como base para frotar la ropa (pobre tortuga...). Para dejar definitivamente claro el rol de la mujer según Disney, lo único que Blancanieves ofrece a los enanos a cambio de quedar se en su casa es limpiar, cocinar y coser, para poder ser su mama. ¡Esto ya es el colmo! O sea, que las madres y mujeres existen no porque piensen como dijo Descartes, sino porque guisan y ordenan el hogar.
Lo mismo os puedo contar de los enanos. Aunque los nombres están muy bien elegidos (menos el de mocoso, que deja una laguna acerca de su personalidad), no podemos decir lo mismo de su actitud. Mientras están en la mina, cantan una curiosa canción, que nos permite rápidamente asociarlos al trabajo duro, pues dicen: A más trabajo, más dinero. Llegan a casa, sorprendidos por la limpieza, ¡y echan de menos al polvo!. Y, la gota que colma el vaso, es su reacción homicida al ver a Blancanieves. Les deja la casa como los chorros del oro, y solo se les ocurre liquidarla (Textualmente: Matémosla mientras duerme”). Felicidades Señor Walter, ha conseguido resumir la mentalidad burguesa de su época.
¿Os comento ahora Mulan, que también tiene munición para un buen rato? Bueno no, mejor no. Si os interesa mucho el tema, encontrareis investigaciones mucho más profundas acerca del simbolsimo de Disney en http://www.disneysubliminal.net/.
No quiero ensañarme ya más con el señor Disney. No sé si fue invención suya, si fue la sociedad de la época, o si las circunstancias cinematográficas lo llevaron a ello, pero Walt Disney creo algo más que los cortos animados. Disney inventó los mensajes subliminales. Es más, fue de los pioneros en comprender que es a través de los niños, de las nuevas generaciones, desde donde se puede ejercer más influencia en la sociedad. Desde sus tiempos hasta ahora, solo a cambiado los valores artificiales con los que nos manipulan, pero los métodos son los mismos que nacieron con Disney. Ahora, lo más preocupante no es que las niñas quieran ser princesas, sino que niños y niñas persigan, cada vez desde una edad más temprana, el mar en un vaso de ginebra...

1 comentario:

Teresa dijo...

Gerard:
Un trabajo tan extenso sin duda que tiene que haberte costado tiempo y esfuerzo, y se nota. La aportación de datos, la estructura interna bien marcada y una estructura externa que la refleja con uso de los conectores adecuados, todo me demuestra que has trabajado el ejercicio.
Sin duda que en un texto tan largo se escapan pequeños errores, y el tuyo tiene unos cuantos, que también debes intentar controlar porque aunque sean poco importantes afean el texto: son errores ortográficos, producidos en algún caso por la interferencia del catalán. No los descuides.
Ortografía aparte, has hecho un buen artículo de opinión.