viernes, 11 de enero de 2013

AUTENTICIDAD DE LA NAVIDAD


Podríamos decir que en sus orígenes la Navidad, esa época del año que todos esperamos con ansias, era una fiesta puramente religiosa y que poco a poco se ha ido transformando en una fiesta comercial culminando con la aparición de ese personaje viejo i gordo, con aspecto bonachón, vestido de rojo al que llamamos Santa Claus, Papá Noel…

En sus inicios la Navidad, como ya he dicho, era una fiesta religiosa dónde se conmemoraba el nacimiento de Jesucristo en Belén y además servía para el reencuentro, reuniones familiares y de amigos. Estas fiestas, estaban cargadas de simbolismo cristiano y de alegría. Sin embargo, yo creo que ahora, la gente se concentra más en: las celebraciones, las fiestas, Santa Claus, los Reies, los regalos o simplemente algunos lo toman como un período vacacional y ya muy pocos se acuerdan de Jesús en estas fechas. Podría decir también que la Navidad del mundo moderno ya no tiene prácticamente nada que ver con la religión de dónde proviene ni con sus ideas solidarias, humildes… las de sus inicios

Actualmente los centros comerciales empiezan la campaña publicitaria de Navidad en Noviembre, decorando todos los escaparates con motivos navideños y provocando que el mes de Diciembre se convierta en una carrera sin límite en la que muchísima gente de endeuda por encima de sus posibilidades.

En mi opinión el consumismo exagerado de las Navidades está desplazando el verdadero sentido de esta, que se está convirtiendo cada vez más en un negocio mundial que favorece a los fabricantes de juguetes, ropa, comida perfumes… las compras son ahora la mayor actividad de la Navidad ya que todo este consumismo exagerado y desenfrenado no deja espacio para otra actividad que no sea comprar.

Creo también que actualmente se les está dando demasiada importancia a los regalos de Santa Claus, los Reyes Magos, “la tronca”… En mi opinión los regalos deberían ser sólo una pequeña parte de esta fiesta  y que las casas deberían dónde se acoge a la familia y no el “hipermercado de los juguetes”.

Dicho todo esto me gustaría concluir diciendo que es una lástima que se vaya perdiendo el sentido de la Navidad poco a poco y la sociedad se introduzca más y más en el mundo del consumismo. Simplemente tampoco creo que se necesiten tantos juguetes para poder disfrutar de la Navidades, ni decorar todas las calles con lucecitas de colores a principios de Noviembre…

¿No va siendo hora de recuperar la cordura?




1 comentario:

Teresa dijo...

Muy buen trabajo, Laura.
No caigas en la tentación de emplear expresiones gastadas e innecesarias como "cada vez más" para extender el texto: No voy a notar si el trabajo es de doscientas o de doscientas dos palabras pero, sí noto que se empobrece con muletillas repetitivas.