La Navidad es
una fiesta, tradicionalmente religiosa en la que se rememora el nacimiento de
Jesús, el mesías.
Aún así, en el
momento actual, la religión no tiene un papel tan importante como tuvo en otros
momentos de la historia, pero la Navidad se sigue celebrando. ¿Por qué? Igual
que otras tradiciones en un principio religiosas, ha ido enraizando en nuestra
sociedad y ya no se ve como una festividad estrictamente religiosa, si no que
se ha convertido en una fecha propia de reuniones familiares, encuentros con
los amigos… Estos encuentros son comidas en las que se reparten regalos.
Las comidas
son una parte importante de estas fechas, son momentos muy agradables y
familiares. Seguramente, este hecho proviene de la tradición religiosa. Antes,
en estas fechas, las familias se reunían para celebrar el nacimiento de Jesús,
y aunque tenían pocos recursos, en días importantes se comía un poco mejor.
En cuanto a
los regalos, durante las Navidades es cuando los comercios hacen más negocio. Las
empresas y las tiendas, que saben de la importancia de éstas fechas, lanzan
campañas publicitarias masivas. Ya des de el mes de noviembre empiezan a
bombardear, sobre todo en la televisión, con anuncios de juguetes, perfumes,
campañas de supermercados publicitando alimentos para las comidas…
El hecho de
regalar cosas, pero, también tiene su tradición religiosa. La historia cuenta
que en el portal de Belén donde nació el niño Jesús, aparecieron los tres reyes
magos siguiendo la estrella de Oriente, cada uno con un regalo para el recién
nacido: oro, incienso y mirra.
Explicado esto,
creo que en la sociedad en la que vivimos, la religión está perdiendo
importancia, pero sus fiestas relacionadas no, dado a que se han convertido en
celebraciones para todos. Tal vez a causa de los buenos resultados económicos
de las empresas en estas fechas, se haya invertido en que no desaparezcan. Pero no descarto que sea también
por tradición y porque uno de los
sentidos religiosos que se ha extrapolado es que estás fechas son para pasarlas
en familia, son días festivos de alegría y paz.
Las generaciones
actuales y las generaciones que están por venir, cada vez se alejaran más del
verdadero motivo de la celebración de la Navidad, principio religioso
estrictamente. La única forma por la cual ésta y otras fiestas siguen y
seguirán será por tradición.
Desde mi punto
de vista, pienso que se trata de una festividad para pasarla en compañía de los
más cercanos y la esencia religiosa se está perdiendo. Lo único que quedará serán
los villancicos, los cuales aún hablan del niño Jesús, de la Virgen María, de
San José y del portal de Belén.
Estas fechas,
a parte, están siendo reconocidas como fiestas totalmente comerciales, campañas
impulsadas e inculcadas por las empresas y las tiendas, en las que el fin es
gastar, comprando regalos.
“¿Qué es la
Navidad?”, se preguntan el psicólogo sueco Mats Erikson y su esposa Karin,
escritores especializados en comunicación interpersonal. “Alguna vez fue la
celebración del nacimiento de un hombre sabio pero ahora es a menudo simplemente
abandonarse a la excitación del consumo”, dijeron en el BBC Mundo.
Por esto, y
para concluir, creo que la autenticidad de la Navidad se está perdiendo, pero
creo que el espíritu navideño no se debe
perder, no podemos dejar que el consumismo devore nuestras actividades cotidianas,
y mucho menos nuestra persona. De esta forma, en estas fechas deben prevaler los sentimientos como el regalo más preciado.
1 comentario:
El final te ha quedado redondo pero, el resto del texto es redundante e innecesariamente largo (no tienes más que contar cuántas veces empleas la palabra "religioso/a"). Deberías haber sido muuucho más sintética.
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