jueves, 24 de enero de 2013

Trabajar, ¿sigue siendo vacacional?



Tradicionalmente, el trabajo se trataba de realizar un servicio para poder sobrevivir. Efectivamente, eso es la finalidad de todos los oficios: el poder vivir. Hablamos de una especie de "intercambio" entre un servicio a cambio de dinero, y éste, a su vez, lo cambiamos para satisfacer nuestras necesidades básicas. Y es así el ciclo de nuestra sociedad. 
A medida que ha avanzado el tiempo, muchos cambios se han realizado en el ámbito profesional. Cada vez está desapareciendo más el sector primario, y parece ser que no nos damos cuenta de la real importancia que éste tiene. A su vez, el sector terciario se ensancha cada vez más, y esto se debe a la progreso económico que ha habido a lo largo de estas últimas décadas. Cuanta más clase media, más sector de servicios hay. 
Hubo un momento en el que las personas podían dedicarse a esa profesión con la que soñaban -me atreviría a decir que hasta hace un par de años, más o menos-. De esta manera, la vida no es tan monótona ni aburrida. Cumplir con nuestras expectativas es lo que nos une fuerzas para vivir, los deseos, los sueños. Sin embargo, haber de trabajar de cualquier cosa deja a las personas vacías. Y eso es precisamente lo que está pasando actualmente: la gran crisis económica de la que todo el mundo habla pero de la que nadie soluciona nada. Además de las muchas graves  consecuencias que seguramente todos sabemos, entre ellas, está el trabajar para vivir, o lo que es peor, vivir para trabajar. Eso significa que estamos retrocediendo, que a parte de no progresar económicamente, socialmente también estamos sufriendo una gran crisis, una crisis de valores en la que las clases pudientes no les preocupa en absoluto aprovecharse de las demás clases, explotándolas para realizar trabajos. Unos trabajos mal remunerados y en condiciones cada vez más pésimas, pero que no les queda otra opción que aceptar porque sino no tienen qué comer. 

1 comentario:

Teresa dijo...

"Además de las muchas graves consecuencias que seguramente todos sabemos, entre ellas, está el trabajar para vivir, o lo que es peor, vivir para trabajar." Mejor escribir "Entre las graves consecuencias que todos conocemos está el trabajar...".
Buen trabajo, Amira.