PIRATERÍA EN INTERNET

Hoy en día conseguir una canción o una película es cuestión de conectarse a Internet, de hacer un “click” y de esperar pocos minutos para obtener los archivos. Además, se ha vuelto un hecho tan cotidiano en nuestras vidas, que muchas veces se nos olvida de que es totalmente ilegal. Incluso la gran mayoría de las personas cuando hace uso de algunos programas (como el Emule) cree que el máximo delito que se le puede imputar es el de conseguir canciones sin permiso, pero hay otros delitos más graves relacionados. Por ejemplo, el de pasar a otra gente (durante el mismo tiempo que tu estas bajando una canción) esa misma información, sin tener ningún derecho. Mucha gente cree que es culpa del gobierno que la piratería en Internet aumente, ya que no llevan a cabo las medidas necesarias, mientras que otra gente cree que es culpa de los usuarios que no tienen ningún respeto por los derechos de autor.

Según mi opinión, no se le puede dar toda la culpa a esa gente que se baja canciones o películas de una forma ilegal de Internet, ya que aunque es un hecho ilegal, parece haberse normalizado de tal modo que se puede incluso comparar a mirar la televisión. Sin olvidar el hecho de que si buscas “descargar música gratis” en un buscador de Internet se pueden encontrar centenares o miles de páginas para hacerlo. Ante este contraste de lo que debería ser un delito (un hecho oculto, oscuro, con secretismos y complicaciones) y lo que representa en realidad, no es de extrañar que la gente se confunda y crea que la piratería en Internet es un delito menor, una niñería. Por este motivo, las autoridades deberían coger las riendas y empezar a crear unos mecanismos, no solo para castigar y penalizar a esa gente que piratea en Internet, sino que primero se debería empezar concienciando a la gente de lo que en realidad significa descargarse ilegalmente archivos. Ya que si, por ejemplo, a un perro siempre le has dejado ladrar cuando llaman a la puerta, si algún día se le riñe por hacerlo, éste no entenderá que sucede.
El Gobierno debería centrarse en la realización de mecanismos para hacer menguar la piratería en Internet, ya sea multando a esa gente que se descarga archivos ilegalmente, o tener una mayor control de las páginas que ofrecen este tipo de servicios, y buscar quienes son los responsables, o simplemente, cancelarla o prohibir la entrada a esa página Web. Por otro lado, si no se tienen las facilidades necesarias para llevar a cabo este proyecto, deberían ofrecer alternativas a las discográficas para que ofrezcan condiciones, facilidades u ofertas que promuevan la venta discos y películas, y no la piratería en Internet.

En conclusión, la piratería es un hecho que afecta a un gran número personas. Ya que últimamente muy poca gente compra discos en las tiendas, sino que se los bajan de Internet o lo compran en “topmantas” (que en general llega a suponer lo mismo). Por este motivo, se han de llevar a cabo unos estudios y una buena planificación. Ya que la tecnología avanza a grandes velocidades, y cuando se trata de hacer “el mal”, aún se acelera más.