jueves, 15 de septiembre de 2011

¿Por qué estudiamos?


¿Por qué estudiamos?

Desde que éramos pequeños, hemos estudiamos año tras año, la mayor parte del tiempo sin preguntarnos porqué o para qué. Sabíamos que era nuestra obligación: nuestros padres nos obligaban a hacer los deberes, los profesores nos reñían si no escuchábamos en clase y todos nos felicitaban si sacábamos buenas notas. Cuando nos preguntaban qué queríamos ser de mayores no lo pensábamos demasiado, decíamos aquello que nos llamaba más la atención, sin tener muy claro porqué, y, a veces, ni siquiera lo relacionábamos con unos estudios superiores. Con el tiempo y a partir de la secundaria, nuestros valores dejaron de limitarse a lo que decían nuestros padres o profesores, y llegados al final de la secundaria, la mayoría de la gente sabe qué quiere hacer con su vida. Llega un momento en el que no estamos obligados a estudiar, y, si decidimos hacerlo, lo hacemos por nosotros mismos. Así, llegamos a un punto en que todos debemos preguntarnos: ¿por qué estudiar?

La respuesta que daría cualquiera parece sencilla: para conseguir un trabajo que te guste. Estudiamos para poder ganarnos la vida haciendo algo que se nos de bien y nos guste. A la hora de elegir nuestros estudios, siempre miramos hacía el futuro, pensando en qué queremos hacer, donde, porqué… Tenemos un abanico infinito de profesiones que elegir. Al acabar la secundaria podemos ser lo que queramos: astrónomos, médicos, filólogos, atletas, pintores… Tenemos miles de opciones entre las que elegir pero ¿cómo elegir la correcta? Por eso creo que el objetivo no debería ser que el titulo que obtienes después de un modulo o una carrera universitaria. Estudiar, sea lo que sea, aunque no vaya a servirte para nada en tu futuro trabajo, hace que madures, te ayuda a pensar por ti mismo y, por lo tanto, te hace libre de tomar tus propias decisiones.

A veces no somos concientes de la suerte que tenemos. Mis padres se quejan de su trabajo, los profesores se quejan de su trabajo, todo el mundo, en un momento u otro, se queja de su trabajo. Los estudiantes, obviamente, nos quejamos de los estudios pero… ¿Qué puede ser mejor? En realidad, somos unos privilegiados. Pero no solo eso, ¿Cuántos chicos y chicas de nuestra edad están ya trabajando en el mundo? No, definitivamente el motivo principal por el que estudiamos no puede ser trabajar, tiene que ser aprender. Sabemos que llegará un día en que todas las horas que dedicamos a estudiar, las dedicaremos a trabajar… Yo propongo que, mientras tanto, intentemos aprender todo lo que podamos sin que nuestras metas, por muy claras que sean, nos limiten de ningún modo.

Puede que sentarse delante de un libro no sea la experiencia más interesante del mundo, pero puede llegar a serlo, y quizás solo estés sentado delante de ese libro porque quieres acabar siendo arquitecto y construir enormes e impresionantes edificios, pero a veces es bueno dejar de pensar en el destino y disfrutar al máximo del trayecto.

1 comentario:

Teresa dijo...

Muy buen trabajo, seas quien seas.
Recuerda que los "por qué" interrogativos van siempre separados y con tilde aunque sean interrogativos indirectos.