jueves, 5 de marzo de 2009

Ironía en Osborne

Dia 2 de marzo de 2009, la Agencia Catalana de Noticias recoge un comunicado de la empresa Osborne.
Afirman que estan barajando varias opciones sobre el futuro de su torito; no saben si repararlo o construir uno de nuevo, pero una cosa es segura, lo volverán a alzar.

y los muy “cachondos” de la empresa Osborne dicen que no quieren hacer política con el animal, que solo es un anuncio publicitario. Señores de Osborne, lamentó comunicarles que los carteles publicitarios en las carreteras están prohibidos, el Reglamento General de Carreteras ordenó la retirada de esos grandes cuadrúpedos de 14 metros de altura en 1994.
Primera conclusión; si su cartel publicitario es, ya lo tumbará el juez.

Entonces, ¿como puede ser que la justicia, en vez de retirar al toro, castiga a los que lo quieren tumbar?
Una campaña de presión del mundo intel·lectual, artistas y periodistas españoles se alzó contra la normativa de 1994. La presión apolítica provocó un fallo apolítico del Tribunal Supremo en 1997, que considera el torito “elemento característico del paisaje español”, haciendo al toro immune.

Como son algunos catalanes; radicales y “primos dos batasunos” (que decía aquel gallego). Que de un asunto cualquiera, hacen política; rompiendo así la harmonía y la felicidad en que viviamos todos. Mejor dicho, casi todos, según Osborne, un 97% de los catalanes quiere que el torito mas bravo del país sea reconstruido (me permito el lujo de dudar).

Segunda conclusión, con consciencia ecológica; dicen que las vacas contaminan con el gas metano que de forma natural expulsan a la atmosfera. Pues mi torito querido, comparado con tus olores a todo aquello que no le gusta a un radical como yo, lo de las vacas es “eau de rochas”.

Así que por consciencia ecológica, tírenlo tantas veces como sea necesario.

1 comentario:

Teresa dijo...

Joan:
Buen texto, con buena ironía.
Ahora bien, a veces te dejas llevar por esa ironía y exageras un poco; no me parece mal en nuestro blog pero deberás vigilar y reprimirte más en la prueba de selectividad.