jueves, 29 de septiembre de 2011

La independencia de Cataluña

Nadie pone en cuestión que la relación entre Cataluña y España es un tema más que polémico, ya sea a nivel político, económico, cultural, social, o incluso sentimental es un tema de actualidad que aún así tiene sus raíces en conflictos muy antiguos. Las personas, como seres humanos, necesitamos sentirnos parte de un todo, ya sea nuestra familia, nuestro pueblo o nuestro país… Es algo, me atrevería a decir que inevitable, pero ahora bien, ¿qué pasa cuando te obligan a ser parte de algo en contra de tu voluntad? Los catalanes han tenido que ver como se les privaba de su cultura, de su lengua, de sus tradiciones y se les humillaba hasta el punto de no dejarles alzar la voz en público en su propia lengua.

Como catalanes, hemos vivido la rivalidad entre ambos en nuestras propias carnes. En el pasado, una antigua España, que nada tiene que ver con la actual, arrebató la libertad de Catalunya como nación y aún hoy en día no ha cedido ni un centímetro a pesar de los intentos catalanes de recuperar su independencia. Sobre el papel, todos somos ciudadanos de un mismo país, pero la realidad es otra: a pesar de sus esfuerzos, España no ha conseguido borrar el catalanismo y, aunque sí ha introducido en gran medida su cultura, la catalana sigue más viva que nunca.

Es un echo que España (y aunque estoy generalizando mucho, entendamos que estoy describiendo un estereotipo más o menos realista) defiende su cultura por encima de todo (me refiero, por supuesto, a los nacionalistas extremistas que no ven más allá de sus propias fronteras) y que exista una cultura diferente tan fuerte en su querida patria sigue siendo un problema para los españoles que, aún así, siguen agarrando esa molesta comunidad autónoma con todas sus fuerzas cada vez que esta intenta ganar un poco de independencia porque, por otro lado, los intereses que tiene España en Cataluña (sobretodo políticos y económicos) son innumerables.

Dejando un poco de lado el tema político, creo sinceramente en el respeto y el interés hacía otras culturas, y no veo ningún inconveniente en que Cataluña sea un territorio, por ejemplo, totalmente bilingüe e incluso veo miles de ventajas en ello, pero hay que decir que el español es una lengua importante y extendida, mientras que el catalán no deja de ser una lengua minoritaria que, solo por motivos culturales, no hay que dejar que desaparezca, y en este sentido la independencia proporcionaría al catalán un reconocimiento que actualmente no tiene.

De este modo, veo en la independencia un avance positivo para Cataluña y creo que debería ser un derecho el poder independizarse de un país del que forma parte en contra de su voluntad y si la mayoría de la población catalana está a favor de formar un estado independiente, y no debería ser reprimida por ello.

Con todo esto no quiero decir que una convivencia pacífica no sea posible, solo quiero dar a entender que igual como la guerra fría no terminó hasta que uno de los dos rivales se rindió, esta guerra fría entre España y Cataluña no podrá zanjarse hasta que ceda uno de los dos.



Maria Baró Bermúdez

1 comentario:

Teresa dijo...

Veo una falta de ortografía y poco más "es un HECHO...".
A veces las oraciones son demasiado largas y algunas comas deberían ser puntos seguidos.