¿Por qué ir desnudo? y yo me pregunto… ¿Y porque no?

El nudismo es una práctica, que aunque conocida, es poco común en nuestra sociedad. Hace ya cien años que se fundaron las primeras asociaciones nudistas y naturistas, y aún así, muchas veces nuestra actitud hacia aquellos que lo practican sigue siendo conservadora. Nos los miramos cómo bichos raros, cómo si el hecho de ir desnudos los convirtiera en seres de otra especie. Pero esto no es lo peor. Lo peor es que nos quedamos aquí. Nunca hacemos el esfuerzo de entender el porqué del nudismo, pues si lo hiciéramos, seguramente llegaríamos a la conclusión que la nudista es una buena practica, e incluso nos entrarían ganas de probarla.

La práctica nudista es por encima de todo, una actitud de rechazo absoluto a la convención social del culto al cuerpo. Mostrar tu cuerpo, tal i cómo es, es una forma fantástica de decir que tú eres aquél que muestras, que no tienes ganas de engañar a nadie, pero, que además, no te importa cómo te vean. Porque sabes, que lo que es realmente importante es el todo, y tu eres algo más que un escultura que un artista haya tallado con más o menos gracia. Pero no es sólo eso. El ir desnudo es una buenísima terapia para uno mismo. El nudismo te ayuda a superar aquello que hemos dicho que desnudándonos queremos imponer a los demás. Porque, al final, cómo miembros de la sociedad, también estamos sujetos a todas estas convenciones absurdas sobre el aspecto físico. El ejercicio de desnudarse en público es muy sano, te hace enfrentarte al mundo sin el “escudo” que encuentras en la ropa, desafiarle sin lo puesto. Ayuda también a saber reírse de uno mismo, a abrir tu intimidad a los demás, aunque sólo sea por un rato.

Así que si decides desnudarte no tengas miedo de que después te pregunten ¿y, Por qué ir desnudo? Ya que siempre podrás responder … ¿Y por qué no?