Animales de compañía mutilados

Hoy en día, en un centro de preescolar, se educa a los niños y niñas ensenándoles que no está bien que un niño vaya por la calle y le tire una piedra a un gato o que le dé una patada a un perro ya que los animales tienen derecho a vivir igual que todos los seres vivos, sin embargo, existe la posibilidad que el profesor o la profesora que les está enseñando que es el respeto a los animales, tenga un gato en casa, al cual va a operar para sacarle las uñas, ya que se traslada a otro piso con parqué y no quiere que el gato se lo ralle con sus uñas. Pues éste profesor, cuya faena es enseñar a razonar y a relacionar los conceptos a los niños, no conoce el significado de la palabra “coherencia”, o al menos, no lo aplica.

Con éste ejemplo, no pretendía criticar a los profesores de preescolar sino hacer ver a todas esas personas que se definen como grandes defensores de los animales, incluyendo también a todos aquellos que por razones de respeto a los animales son vegetarianos, que no pretendan instruir cívicamente a los demás de los derechos de los otros seres vivos cuando ellos mismos viven con animales mutilados y/o encerrados en casa.

Yo no estoy totalmente en contra de que las personas tengan animales de compañía ya que muchas veces éstos pueden ayudar a sus amos, como por ejemplo los perros entrenados para guiar a ciegos, de lo que estoy en contra es de que se tengan animales de compañía sometidos a los caprichos de sus amos, como por ejemplo bañar a los perros con champús, cosa que un perro salvaje no haría en toda su vida y viviría igual o mejor, o como ponerles ropa hortera la que seguramente les incomodizará y/o les hará pasar calor.

No pretendo que dejemos de comprar animales de compañía, ya que es imposible, lo que pretendo es que antes de comprarnos o adoptar uno hagamos una reflexión exenta de egocentrismo y valoremos si realmente necesitamos una mascota a la que hacer sufrir con nuestros caprichos muchas veces crueles e injustos.