jueves, 2 de octubre de 2008

¿Hay crisis mundial?

Sí. Negar la crisis a estas alturas es algo inimaginable. Hasta el Gobierno Español, que al más puro estilo aznarista con su España va bien ha intentado esconder esta realidad al pueblo, ha tenido que reconocer finalmente la crisis que ataca la economía por los puntos más débiles.

En los Estados Unidos el sector que más ha recibido es la banca y el sistema financiero. Y esto no deja de ser una consecuencia de la inconsciencia de la banca a nivel internacional durante los últimos años. Y es que había llegado un punto que un mileurista con contrato temporal recibía una hipoteca a 40 años, o que, sin pedir ningún tipo de explicación se hacían créditos instantáneos por valor de 6000 euros vía telefónica (aunque fueran a unos intereses enormes).

En esta situación la economía crecía de forma exponencial, todo el mundo compraba, todo el mundo vendía y como se dice en catalán el más tonto hacía sillas. La situación llevó a un desenlace fatal. Cómo anunciaba la prensa, a finales de la semana pasada “Petó Wall Street”. La bolsa americana empezó a hundirse, desesperadamente. El Dow-Jones (el indicador económico de referencia de la banca) perdió 5 puntos en una sesión. Las imágenes televisivas hablaban por si solas. El horror se leía en las caras de los corredores de bolsa, solo quedaba esperar la inyección económica del estado.

Y la inyección económica no llegó. Sin el soporte de la mayoría de los congresistas republicanos y bastantes demócratas, el Plan Bush, que proponía insuflar 700.000 millones de dólares de los impuestos, no se pudo aplicar. La economía americana sigue a la espera de un milagro.

Y si a EEUU le tocó con la banca, en España el sector atacado fue la construcción. El reventón de la burbuja inmobiliaria se ha hecho notar desde que los americanos hablan de crisis. Y es que es lógico, que un país no puede sobrevivir construyendo viviendas. La situación de los pisos se había vuelto descarada. Las clases media y baja hacían manos y mangas para acceder al derecho universal de la vivienda, mientras la gente con más dinero invertía en pisos que restaban vacíos, esperando a que se revalorizaran y poder sacar el doble de lo que les costó.

Además, se estaba construyendo a un ritmo alarmante. El suelo urbanizable en muchos municipios está agotado. Se ha destrozado en pocos años el litoral del País Valenciano, Murcia y Almería, se han construido segundas residencias y campos de golf, que han secado los pozos litorales, se ha extinguido especies marinas y los pueblos pintorescos de la costa han perdido todo su encanto.

Pero ha llegado la crisis. La gente, teniendo poco dinero, ha dejado de comprar pisos. El turismo, otro puntal económico español, cae en picado, y de forma directamente proporcional a la caída de estos sectores crece el monstruo al que todos temen, el paro. Actualmente, nos encontramos con un 12% de paro, liderando España el rànquing de la Unión Europea, por encima de países como Rumanía o Bulgaria.

Y lo más importante y común en ambos casos, es que los que se han enriquecido en los dos países han sido unos pocos empresarios mafiosos, especuladores, que han amasado enromes fortunas y han vivido con todos los lujos (recordar el caso del marbellí Roca, que tenía un Miró en el váter o se gastó 20.000 € en vino) pero que cuando han aparecido problemas han tenido la desvergüenza de recorrer a Papá Estado exigiéndole que los impuestos de los contribuyentes se inyectasen a sus empresas para remontar la economía y superar la crisis.

1 comentario:

Teresa dijo...

Quim:
Que como se dice en catalán el "más tonto hacía sillas" pásese pero, hacer manos y mangas ya no se puede permitir, mejor es que hagan grandes esfuerzos por esos pisos que "quedaban" y no "restaban" vacíos.
Por lo demás, muy buen trabajo.