jueves, 8 de noviembre de 2007

INTERNET, ¿UNA AMENAZA PARA NUESTRA INTIMIDAD?



Considero que la privacidad, la intimidad y el secreto de las comunicaciones son derechos fundamentales, sin embargo, la garantía de estos derechos no es tan sencilla dentro de un campo, como es el de Internet.
Hoy por hoy, no existen mecanismos que controlen de forma eficaz el uso de los datos personales, fotos y videos de los ciudadanos en la red. En nuestro país solo existe un código ético de la Asociación del Comercio Electrónico, cuya inscripción es voluntaria, por lo que no hay obligación de cumplir nada al margen del compromiso moral de cada empresa ni tampoco sanción en caso de violación del derecho a la intimidad. Un ejemplo de lo que digo es el caso de un padre que llevó a juicio a Yahoo por poner un video de su hijo esquizofrénico donde varias personas le daban un trato humillante. Tras largo tiempo de pleito solo consiguió que dicha compañía retirara el video de la red.
Otra cosa que todos sufrimos es la entrada en nuestros correos de e-mails donde nos venden cosas, ganamos algún premio o de alguna persona que no conocemos, donde pueden haber virus que nos estropeen nuestro ordenador. ¿Cómo consiguieron nuestros datos? Muchos, de nuestro servidor, otros son hacker que sin ningún problema entran en nuestro ordenador pudiendo obtener toda la información que tenemos.
También quiero comentar la intrusión que pueden hacer en nuestros correos o en los chats los hacker legales (fuerzas policiales). Pueden escuchar o leer todo lo que hay sin ninguna impunidad. Creo que todos estamos de acuerdo que gracias a ellos se han detenido a redes de pederastas o a terrorista, pero, quién los limita o controla? ¿Qué hacen con los millones de información que obtienen que no tenga relación con la investigación? ¿Debemos sacrificar nuestra intimidad en aras de la seguridad?.....
Como conclusión considero que la privacidad e intimidad son una quimera en Internet.

1 comentario:

Teresa dijo...

Yanina:
Está tan bien que no me lo puedo creer.
Te felicito porque, si lo ha hecho tú, has mejorado MUCHÍSIMO. Pero, si te han ayudado, procura que la ayuda no sea excesiva.