Cada vez son más las familias que deciden ocuparse de la educación de sus hijos, ya bien por motivos religiosos o porque prefieren una escolarización no convencional.
Hace tan solo veinte años en el estado de Washington era un delito que los menores estudiasen en casa, pero ahora son muchas las familias que se encargan personalmente de la educación de sus hijos. Esas familias disponen de un vasto arsenal de recursos y ayudas y además existen organizaciones donde los padres a través de Internet o reuniones pueden obtener consejos de otros padres que están en la misma situación.
Personalmente, no estoy a favor de la educación en casa.
Es cierto que los padres pueden llevar un mejor control de cómo avanzan sus hijos e irles enseñando al ritmo que avanzan sabiendo que asimilan todos los conceptos, pero es muy importante que los niños aprendan a convivir con los demás, que se socialicen bien, y eso es algo que aprendemos des de muy pequeños en la escuela.
Es muy importante saber relacionarse con los demás, ya que los padres no estarán siempre con nosotros y debemos empezar des de pequeños. El mejor sitió para aprenderlo es en la escuela, relacionándose con los demás niños, profesores…
Por eso y por muchas más cosas, no estoy a favor de la educación en casa.
1 comentario:
Cristina, tu trabajo está muy bien. Encuentro pequeñas cosas como la redundancia del "ya bien" (con una u otra ya hay bastante)pero nada más: muy bien documentado, estructurado, escrito.
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